¿Cómo superar el miedo a volar?

El miedo a los aviones se llama aerofobia y puede ser una fobia en sí misma, es decir puede ser solamente el miedo a volar en avión o puede esconder otra fobia. Como es la claustrofobia (miedo al encierro) o la acrofobia (miedo a las alturas). Esto dependerá de la personalidad previa de la persona, no podemos solamente hablar de la fobia a los aviones como una única entidad.

Generalmente detrás de la personalidad que posee ese miedo existe una personalidad más bien obsesiva, es decir personalidades que tienden a tener todo bajo control y cuando no lo sienten así aparece el miedo. Miedo no a volar en el avión sino quizás a sufrir un ataque de pánico, miedo al encierro o personalidades que son más fóbicas de base que tienen otras fobias asociadas.

-¿Qué es la fobia?

-La fobia es un miedo irracional a algo específico, es decir la base de todo miedo es la ansiedad. ¿Qué quiere decir esto?, que la base de la ansiedad es sentir que mi bienestar va a estar en peligro por determinada causa eso es lo que lo convierte en una fobia. O sea, si una persona tuviera miedo a todo tendría una ansiedad generalizada. Lo que que subyace a esto es “mi vida va a estar bajo peligro”, y como la persona piensa que su vida y bienestar va a estar bajo peligro, empieza a desarrollar una sintomatología física que no puede evitar. La persona piensa: “lo único que disminuye estos síntomas es evitar la situación o aquello que es objeto del miedo”; en este caso evita tomarme un avión, no vuela.

¿En el caso de la aerofobia?

-Lo que hay que determinar es qué tipo de fobia dentro de la aerofobia tiene la persona, eso lo puede hacer un psicólogo cognitivo conductual. Esto es lo primero que hay que determinar: “tengo miedo a sufrir un ataque cardíaco”, “me da miedo tener un ataque de pánico”, “me da claustrofobia el encierro”, “siento que el avión se va a estrellar”. Depende del miedo que tenga es cómo se trabaja.

-¿Cómo se trabajan los miedos en general?

-Es algo que hacemos los psicólogos cognitivos. Todos los miedos parten de un pensamiento, es decir de una creencia, un diálogo interno irracional sobre una situación. Entonces, lo que nosotros enseñamos a las personas es a combatir  esa creencia irracional. La persona empieza a sentir que toma otra vez el control y que en realidad ese miedo tiene pocas probabilidades de que suceda. Cuando es muy grande el miedo estos trastornos se medican y se realiza una interconsulta con psiquiatras.

-¿Cómo es el tratamiento?

-Las personas que tienen esta fobia deberán dos o tres meses antes de volar ir a un psicólogo cognitivo conductual. Además algo muy útil para acompañar el proceso es, por ejemplo, anotar el pensamiento negativo que se tiene para poder identificarlo: “el avión se va a estrellar, ¡qué nervios!” y esto hace que empiece a generar palpitación. Por cada pensamiento negativo agregar tres pensamientos positivos, esto ayuda a calmar la mente. Puedo realizar un autoentrenamiento sobre esto. Si pienso en el avión probablemente tengo miedo anticipatorio, una solución puede ser salir a caminar y saber que esto lo puedo controlar y manejar. La persona puede decirse a sí misma: “ este miedo es algo que lo tengo que superar, es algo que lo puedo hacer”.

-¿Entonces hay personas que pueden tratar este miedo solas?

-El problema es que si no lo resuelve de raíz con una terapia este miedo se va a sustituir por otro medio o por otra fobia. Probablemente pueda viajar en avión pero quizás aparezcan otros miedos.

-¿Cuánto dura cada tratamiento?

-Los tratamientos cognitivo-conductuales siempre son bastante específicos, duran entre tres y seis meses si hacemos terapia todas las semanas. Hay que tener en cuenta que depende si la patología es una fobia muy específica al avión o esta deriva de otras fobias. En algunos casos los pacientes responden rápidamente en cuatro o cinco sesiones; hay otros que necesitan cuatro meses (sesiones semanales más medicación).

-¿Las compañías aéreas tiene un trato diferencial con aquellas personas que padecen estas patologías?

-Actualmente la mayoría de las aerolíneas están trabajando en hacer como un entrenamiento para perder el miedo a volar. Esto sucede porque las estadísticas hablan de casi un 29% de la población que padece este miedo. Cada vez es más frecuente viajar en avión, por ello las empresas aéreas se lo han tomado en serio y han ideado planes donde se trabaja con la parte psicológica cognitiva. Este trabajo es junto a los pilotos de avión y se basa sobre todo en sentir que uno tiene el control sobre esto.

-Para concluir, ¿qué le dirías a las personas que temen a volar?

-Como conclusión hay que recordar que no es solamente un temor, no hay que relativizarlo. Es un miedo que tiene una intensidad tal que termina siendo un miedo irracional, que conlleva a una fobia y todas las fobias son trastornos de ansiedad. En muchos casos este miedo evita que la persona pueda volar, por ello es recomendable consultar con un psicólogo.

Psicóloga Noelia Centeno

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