Crítica

Dumbo: un Tim Burton atrapado en su larga resaca

La nueva versión del clásico de Disney transita entre el desgano y una lavada auto repetición. El director de joyas como "El joven manos de tijera" despacha un relato carente de potencia y emoción, con personajes de escaso magnetismo, apenas contenidos por una elaborada concepción visual.

sábado, 30 de marzo de 2019 · 15:50 hs

Desde hace un par de décadas, el cine de Tim Burton entró en un largo letargo creativo. Poco queda de aquel universo en el que queribles freaks, perdedores y anti héroes, lograban sobreponerse a la incomprensión de su entorno, para a través del dolor volverse más fuertes y tenaces en sus convicciones. Lejos de los capítulos más inspirados de una filmografía que contiene hitos como Beetlejuice, El joven manos de tijera y Ed Wood, Burton hoy es apenas una sombra de sí mismo. Un hacedor de productos que identifican al autor por componentes que tienen más que ver con la dirección de arte, que por su potencia narrativa. Y así, película a película, encontramos vestigios burtonianos que emocional y cinematográficamente están a una galaxia de aquel esplendor. Mientras tanto, una larga racha de auto repetición se despliega en versión cada vez más lavada.

Esta nueva versión de Dumbo coincide con la premisa de Disney de trasladar algunos de sus éxitos en el cine de animación al territorio de la acción con protagonistas reales, sumando una abundante y atractiva catarata de efectos digitales. De aquel inocente largometraje animado de poco más de una hora, que logró salvar de la debacle a la factoría del enorme Walt tras el fracaso comercial de Fantasía, queda la simpleza de su anécdota, ahora con el agregado de nuevos personajes, dispuestos como jugadores con escaso carisma, apenas destinados a emitir conceptos políticamente correctos. Claramente, el único que vuela alto en esta película es el elefantito. El resto, más allá de uno que otro momento de lucimiento, no logra sobrevivir a la maqueta diseñada con escasos matices.

Dumbo, el querible personaje que carga con todo el peso de una narración desganada

El relato nos lleva hacia 1919, tras la finalización de la Primera Guerra Mundial. Un padre (Colin Farrell en piloto automático) vuelve de la contienda sin un brazo y al reencuentro de sus hijos, que viven en un desvencijado circo comandado por un líder un tanto caótico (Danny DeVito siempre eficaz). El ex combatiente ha sido un jinete estrella perteneciente a esa troupe, y durante su ausencia no solamente ha sufrido el flagelo del trauma bélico, sino la pérdida de su mujer, también artista circense. El componente Disney de la familia fisurada está trazado aquí a partir de esos niños que han quedado huérfanos de madre, y el regreso de un papá que demorará más de una hora de metraje para cobrar cierta impronta protagónica. La galería de personajes excéntricos que pueblan esa tambaleante carpa constituye el elemento Burton, aunque dichas criaturas aquí funcionan apenas como decorado, y jamás conquistan la empatía con el espectador que lograban las marginales protagonistas del cine inicial del realizador.

Danny DeVito, uno de los pocos componentes con brillo propio que ofrece "Dumbo".

El nacimiento del pequeño y orejudo elefante volador, adoctrinado por los mencionados niños, especialmente por la pequeña que sueña con ser una eminencia en el mundo de la ciencia (Nico Parker, hija de la actriz Thandie Newton, que aquí gana su pasaporte al estrellato), sirve como disparador de una serie de planteos aleccionadores sobre temas como la lucha contra el bullying y la reivindicación de los circos sin animales. Cada vez que el simpático animalito, creado por un equipo de talentosos creadores de efectos digitales, está ausente de la acción, la narración se resiente. A esto se suma, la aparición del villano de turno (un neutralizado Michael Keaton), empecinado en sumar al elefante bebé como estrella de su gigantesco parque de atracciones, y obsesionado con controlar cada movimiento de su pareja, una diva de la destreza aérea (desdibujada Eva Green). Más allá de que esta película esté destinada mayormente al público infantil, el "malo del cuento" resulta excesivamente caricaturesco y poco temible. 

Eva Green, una desdibujada pieza del elenco de Dumbo.

Sin una contundente tensión entre fuerzas antagónicas, el relato tiende a deshilacharse y los personajes nunca conquistan la necesaria cuota de entidad para volverse irresistibles. Finalmente, el film deviene en un ameno pasatiempo musicalizado por el eterno aliado burtoniano Danny Elfman. En el balance no queda mucho más que eso. Apenas la resaca de un creador que lleva largo tiempo haciendo la plancha.

Dumbo / Estados Unidos / 2019 / 112 minutos / Apta para todo público / Dirección: Tim Burton / Con: Colin Farrell, Danny DeVito, Michael Keaton, Eva Green.