Las tremendas vacaciones de Mariana Fabbiani y su hija Matilda en New York

En consonancia con esta época del año, que muchos reservan en su agenda para cortar el ritmo de obligaciones, Mariana Fabbiani diseñó una escapada glamorosa, llena de estímulos de toda índole y viajó a Estados Unidos, a la ciudad más famosa con su hija Matilda.

Probablemente motorizada en disfrutar de unos días con su pequeña de doce años, la conductora diagramó esta travesía a New York, nada más y nada menos, esa urbe tan célebre, la más conocida de todo el planeta y al que millones de turistas visitan cotidianamente.

Con las emociones a flor de piel, esa sensación de adrenalina que borbotea en las entrañas, Mariana y Matilda recorren las calles de la Gran Manzana, para no perderse de ninguno de sus atractivos, esos puntos tan viralizados y concurridos que todo el mundo anhela presenciar.

Fabbiani compartió con sus millones de seguidores algunas postales, algunos indicios de estas vacaciones soñadas a través de su cuenta de Instagram. Como primer medida, la blonda subió una foto desde el interior del avión, que grafica un cielo y un ala y escribió: “Llegando”.

Luego se arrojó a la tarea de capturar escenarios con su celular y por ejemplo sacó unas instantáneas de los rascacielos, esos edificios kilométricos y generalmente modernos que tanto distinguen a la ciudad estadounidense, y que provocan admiración en los visitantes.

Obvio que un espacio de su calendario en la Gran Manzana se focalizó en caminar por el interior de ese parque interminable, de dimensiones siderales, el Central Park. Así, Mariana posteó unas imágenes desde ese espacio verde inconfundible.

Con el verano reinante en el hemisferio norte, Fabbiani se detuvo en las orillas de un lago y posó para la lente para crear una postal preciosa, como contemplando el horizonte, con un outfit muy canchero y sobre todo liviano para poder paliar las temperaturas. 

Y para que quede claro que su compañera de aventuras es Matilda, la ex conductora de eltrece apuntó contra una vidriera y en el reflejo se las percibe nítidamente a ella y su hija con una gestualidad de felicidad por todo lo que experimentan en New York.