Cómo hacer una mascarilla casera contra el acné

Combatir el acné suele ser una tarea estresante para quienes lo sufren, principalmente porque tienen que invertir en cremas y productos que no son para nada baratas. Sin embargo, hay una mascarilla casera y económica que puede beneficiar a las pieles con granitos molestos.

El acné, que es muy común en adolescentes y adultos jóvenes, pueden ser desde comedones sin inflamación hasta pústulas llenas de pus, o protuberancias rojas y blandas de gran tamaño. Hay veces que la situación es tan extrema que la única manera de solucionarlo es con antibióticos.

Pero en las menos problemáticas simplemente se trata de granitos que aparecen por el sebo de la piel, ese brillo molesto que se genera mientras dormimos o durante un día intenso de trabajo.

Mascarillas de miel y aloe vera

La miel y el aloe vera son dos ingredientes muy utilizados en las rutinas de cuidado facial porque actúan para eliminar el exceso de sebo en la piel, además de actuar como antibacterianos y astringentes. La mascarilla equilibra el pH de la piel, funciona como antioxidante y conserva la humedad.

El primer paso para esta rutina es quitar el maquillaje, ya sea con un agua micelar bifásica o una leche de limpieza. Enjuagar, limpiar el rostro con un gel de limpieza o jabón líquido para piel y al momento de secar dar suaves golpecitos, nunca frotar la toalla porque puede lastimar la piel.

Ingredientes

• ½ taza de gel de aloe vera (120 g)
• 2 cucharadas de miel de abejas (50 g)
• 1 cucharadita de aceite de coco (opcional) (5 g)

Preparación

1. Extraer la pulpa de aloe vera y mezclar en un recipiente con dos cucharadas de miel.
2. Se puede agregar una cucharadita de aceite de coco para potenciar sus beneficios hidratantes y antimicrobianos. Esto es a gusto personal.
3. Mezclar hasta que se genere una pasta homogénea, 

Cómo utilizarla

• El mejor horario es durante la noche cuando se quita todo el maquillaje: esparcir la mascarilla casera por el rostro, especialmente sobre las zonas con acné.
• Dejarla actuar durante 30 minutos y enjuagar con agua tibia.
• Repetirlo todas las noches, hasta notar una mejoría.

¡Listo! Hora de brindarle humectación a la piel de tu rostro.