Cómo hacer para que las emociones del fin de año no nublen los festejos

El fin de año suele ser un momento de reflexión sobre lo que sucedió durante los meses que pasaron y sobre las proyecciones para los que siguen. Pero además, celebraciones como la Navidad pueden despertar emociones de lo más diversas y algunas de ellas, pueden ser algo negativas.

"Tenemos la tendencia a idealizar las fiestas de fin de año como si tuviera que ser un lugar sagrado, perfecto y sin conflictos", comenzó a decir Juan Tesone, médico psiquiatra y miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina.

En relación a esto, Tesone sugirió que "son momentos particularmente fuertes. Primero por la carga que uno pone, pero por otro lado, las fiestas son momentos de relativa tristeza, porque están presentes los ausentes, es decir que es un momento emotivo".

Por esto, recomendó "no ponerle esa carga de proyección y de vivencia sin conflicto porque no responde a la realidad de los vínculos humanos".

En ese sentido, propuso diferenciar la Nochebuena del Año Nuevo. En este último, dijo "es un momento en el que mucha gente se exige hacer balances y se sienta a hacer proyectos para el año siguiente". Sin embargo, comentó que estos "deberían hacerse en el día a día y no esperar a esta altura":

Por último, Tesone insistió en que "los tiempos no siempre coinciden con el calendario", por lo que sugirió "hacer pequeños balances cotidianos para preguntarnos qué hicimos de bueno malo y qué puede cambiar. Pero como pequeños pensamientos cotidianos".