La historia de la piloto que deja huella en el automovilismo e inspira a otras mujeres

Hace tiempo ya, por fortuna, que quedó atrás aquello de que las carreras de autos son "solo para hombres". Incluso ahora nosotras vamos por más y no sólo nos afianzamos en ver y hacer el deporte que nos gusta, sino que ¡hasta nos animamos a destacarnos en algo que era 'de ellos'! Este es el caso de Aixa Franke, una mujer de 30 años que se dedica al automovilismo desde los 24 años.

Comenzó su carrera cuando se recibió de diseñadora industrial y empezó a tener mayor independencia económica. Tras superar varios obstáculos y pasar diferentes categorías logró llegar al Top Race, campeonato de velocidad que se disputa en Argentina.

La piloto se mudó de Bariloche a Buenos Aires para estudiar en la UBA. Cuando terminó su carrera comenzó a correr de manera amateur en las picadas Cuarto de Milla, en donde realizaba la actividad track day. Además, ella realizaba toda la parte de accesorios, la mecánica, entre otras cuestiones técnicas. En ese entorno, era la única mujer, por lo que llamaba mucho la atención y eso la ayudó a conseguir sponsors.

Con el auto todo ploteado, estuvo dos años en los track day porque no podía pagar todas las inscripciones. Aixa siempre cuenta que llegó a deber varios meses de expensas porque tenía un trabajo part time y no le alcanzaba, ya que con sus ingresos pagaba las inscripciones. Hasta que comenzó a tener sponsor. Así fue como en 2019 llegó a correr en la categoría Fiat 600, donde estuvo medio año. Luego, la convocó la categoría Gt 2000. En la pandemia, empezó en el Top Race, donde ya lleva 2 años.

“Lo soñé toda la vida desde que era muy chiquita pero para mi era algo muy inalcanzable. El automovilismo es algo lejano, a nivel económico, pero hoy con mucho esfuerzo, estoy acá. Pude llegar y siempre por mis propios medios. Requirió mucho esfuerzo pero tuvo sus frutos”, dijo con emoción y orgullo personal Aixa.

“Cuando empecé, no podía creer que estaba corriendo en esas categorías. Al llegar al Top Race me sentí muy realizada porque es una carrera nacional con pilotos de renombre. Tengo otro sueño: llegar al TC 2000 o a las ligas menores del TC. Sé que todo llega y estamos haciendo todo para poder construirlo”. 

Aixa contó que es un deporte que le encanta pero que es muy sacrificado, desde el lado monetario, porque hay que juntar mucho dinero y eso es bastante desgastante mentalmente. Juega en contra pensar, por ejemplo, en si se rompe el auto o hasta donde se puede estirar el frenaje.

Al ser un deporte que en su mayoría lo practican hombres, Aixa explicó: “Obvio que siempre hay algún maleducado y retrógrado que te dice que no sabes manejar. Tengo mil anécdotas de esas, pero voy a rescatar la parte buena que venimos evolucionando como sociedad y dentro del automovilismo también. Cuando arranqué fundé un club que se llama Racing Girl. Gracias a esto hay varias pilotos que están corriendo en el automovilismo zonal y yo creo que vamos dejando una huella y abriendo caminos para otras mujeres con el ejemplo así que esa es la parte linda de todo esto”.

Muchas gracias Aixa por contar tu historia y tu pasión por el automovilismo. ¡Todos los éxitos en lo que se viene!