Las mejores técnicas para ordenar el placard de una vez y para siempre

Cualquier mañana de éstas, nuestro despertador nos levanta. Entre bostezos, intentos por desperezarnos, y somnolencia que se resiste a dejarnos, nos acercamos a nuestro armario.Y es en ese momento que nos terminamos de despabilar por completo al ver el caos en el que se convirtió.

Entre montañas de prendas, tumultos de camisas, remeras y blusas, nudos de pantalones y polleras, nos cuesta identificar qué es lo más apropiado para ponernos ese día. Por eso es imprescindible combinar constancia y orden para lograr agilidad en ese proceso que implica seleccionar la ropa para cada ocasión, sin caer en la ansiedad recurrente.

Algunos especialistas sostienen que antes de ordenar el placard, es clave vaciarlo del todo. Y no solo el armario, toda la ropa de todos los sitios donde la tengamos guardada. Así veremos todas las prendas que tenemos, ese par de medias que buscábamos hace meses, ese camisolín que no encontrábamos, y así con varias piezas.

Luego de volcar todo el ropero en la habitación podremos sentir algún escalofrío o vértigo al ver tal acumulación de ropa. Por eso en este momento es importante empezar a desprendernos de lo que no usamos. Es que para empezar a ordenar, primero debemos clasificar y seleccionar lo que nos quedaremos. Es importante quedarnos solo con "lo bueno", con la ropa que realmente es de calidad, o como dice Marie Kondo, con aquello que te haga feliz.

Tras haber elegido las prendas que van a continuar con nosotros, es importante que el siguiente paso sea colocar lo que usaremos cotidianamente en los cajones y estantes que están a la altura de los ojos o al alcance de la mano, y en los más altos o más bajos la que no se va a utilizar por un tiempo.

En este sentido, debemos aplicar el mismo método al calzado. Esto es guardar los zapatos que no vamos a vestir en sus cajas o en las cajas de zapatos transparentes y dejar al alcance de la mano los que se llevan diariamente con el nuevo clima.

 La ropa que permanecerá largo tiempo guardada es importante que esté limpia, ya que si se guarda la ropa con roce o manchada pueden aparecer luego manchas amarillentas imposibles de remover. Entonces es importante, guardar la ropa cuidadosamente doblada y sin apretarla demasiado.

Ya en la instancia de empezar a reacomodar todo, es importante dividir por categorías.  Armar sectores para los abrigos, para los zapatos, para los bolsos, para la ropa liviana, o de estación. Cada uno de estos grupos de prendas tendrá un espacio determinado que no pueden invadir otras.

Por último es importante que el espacio que usamos como armario o vestidor esté correctamente iluminado, ya que nos permitirá apreciar mejor cada prenda antes de ponérnosla. 

Ahora sí, ¡manos a la obra!