La estadística que indica por qué la salud de las mujeres está en riesgo

Cada 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón, el cual fue declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Mundial del Corazón (World Heart Federation) con el propósito de concientizar de que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo.

Florencia Rolandi, médica especializada en cardiología hace más de 17 años que actualmente trabaja en Septum, un centro de medicina cardiovascular en Pilar, Buenos Aires, habló con MDZ Femme acerca del desconocimiento que existe respecto de estas enfermedades como principal problema de salud en las mujeres. 

En efecto,  el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular son las dos enfermedades más comunes causantes de muerte y discapacidad en pacientes mujeres. La cardióloga explica que cada 11 ó 12 minutos muere una mujer por este tipo de afecciones, marcando una gran diferencia con el cáncer de mama. “El número de mujeres que toma medidas preventivas sigue siendo bajo. Es fundamental que se siga concientizando y educando acerca de esto para lograr tener cifras de mortalidad más bajas o por lo menos igualar a la de los varones”, afirma. 

Normalmente, cuando un varón llega a una guardia con dolor de pecho lo primero que se piensa es que tiene un origen cardiovascular, en cambio, cuando una mujer consulta con este mismo dolor, no siempre es lo primero que se piensa, esto se debe al desconocimiento que existe. “No significa que no sepamos acerca de las enfermedades cardiovasculares pero sí que sabemos poco acerca de cómo nos afecta a nosotras como población de riesgo”, expresó. 

Rolandi explica que es habitual ver a mujeres que acompañan a sus maridos, hermanos o padres a chequeos por este tipo de enfermedades, pero ellas nunca han ido a un control. “Las mujeres tenemos una tendencia a no priorizarnos, lo que hace que no tomemos las medidas de prevención adecuadas a tiempo porque de alguna manera seguimos mirando primero al núcleo familiar y de ser estas mujeres maravilla que todo lo resuelven”, expresó. 

Esta desinformación se debe a que la ciencia, de alguna manera, ha postergado a las mujeres, ya que históricamente no han sido incluidas en estudios de investigación. A lo largo de los años, se han extrapolado los resultados de investigaciones hechas en hombres a mujeres, siendo esto un gran error. “A medida que vamos incorporando mujeres a los estudios efectivamente nos damos cuenta que nuestros cuerpos son distintos a los de los varones”, precisó la especialista.

En este sentido, el impacto de los factores de riesgo es distinto en los varones que en las mujeres. “Por ejemplo, tener diabetes siendo mujer cuadriplica el riesgo de tener eventos cardiovasculares, en cambio, en los hombres este porcentaje es muchísimo menor”. Por otro lado, el porcentaje de sobrepeso y obesidad es mayor en las mujeres, lo que aumenta así las probabilidades de tener este tipo de enfermedades.

Los principales factores de riesgo asociados con la enfermedad cardiovascular son:

• presión alta
• diabetes
• tabaquismo
• trastornos de lípidos, grasas, el colesterol y los triglicéridos 
• sobrepeso
• estrés

Los síntomas más comunes en las mujeres son los denominados “atípicos”, una cuestión también muy relevante de analizar. Este tipo de síntomas fueron nombrados así porque las primeras descripciones de la enfermedad estaban basadas en observaciones en pacientes masculinos. Con el paso del tiempo, los especialistas se dieron cuenta que estas atipicidades eran típicas en las mujeres.

Los síntomas son los siguientes:

• Fatiga
• Falta de aire
• Malestar en la mandíbula
• Dolor de espalda
• Mareos
• Nauseas

Si bien las mujeres estamos al tanto de lo que son las enfermedades cardiovasculares, sigue existiendo una brecha entre lo que sabemos y lo que hacemos con esa información. “El número de mujeres que toma medidas preventivas sigue siendo bajo. Es fundamental que se siga concientizando y educando acerca de esto para lograr tener cifras de mortalidad más bajas o por lo menos igualar a la de los varones”, concluyó la experta.