Psicología

Maternidad: cómo proyecto sentido puede sanar los vínculos y mejorar las relaciones

Si estás pensando en tener un bebé debes conocer qué es el Proyecto sentido y cuál es la importancia de este en la futura vivencia de ese niño o niña que nacerá.

Paloma Marchionni sábado, 15 de octubre de 2022 · 06:04 hs
Maternidad: cómo proyecto sentido puede sanar los vínculos y mejorar las relaciones
La forma en cómo vives la gestación de tu bebé puede repercutir en la forma de ser de este en el futuro. Foto: Shutterstock.

Los pensamientos y emociones que las madres y padres experimentan durante el periodo de concepción, gestación, nacimiento y crianza hasta los primeros años influyen fuertemente en un hijo. Todo lo que ocurre en estas etapas se lo denomina Proyecto sentido, término que fue acuñado por el francés Marc Fréchet . 

Este “proyecto” comienza desde el primer momento, en el cual los padres desean tener un bebé o toman conocimiento de su existencia, y se extiende hasta los tres años. Todo lo que ocurre durante este trayecto, sea alegría, preocupación, acontecimientos estresantes o un entorno negativo, las criaturas lo absorben como esponjas y lo graban en su inconsciente impactando luego en su forma de ser al crecer.

Desde MDZ Femme conversamos con la reconocida especialista en terapia alternativa Marianela Tapia, acerca de esta interesante temática para conocer cómo lo que vivimos como madres durante esas etapas puede repercutir en la vida del niño o niña que criaremos.

La especialista cuenta que, en muchas ocasiones, hay que ser conscientes de que el contexto emocional de la fecundación, el desarrollo del embarazo, los quince días antes del parto, el parto mismo y la posterior crianza es posible que influyan en las emociones, conflictos y enfermedades que puede adquirir ese hijo.

 

La presencia de la madre durante los primeros años marca fuertemente en el niño. Foto: Shutterstock.

“En base a lo que sucedió durante esas etapas se manifiesta de alguna u otra forma en la vida del hijo. Por ejemplo: si mis padres tuvieron conflictos graves entre ellos puede que esa sea una de las razones del mi conflictos de pareja; si durante el embarazo y los primeros años de vida el bebé careció de amor y protección su madre, es posible que se manifieste cómo eczemas de piel”, explicó la entrevistada.

Además de las emociones y el entorno durante el Proyecto sentido, Tapia considera que también es importante reconocer que hay muchas proyecciones que se crean alrededor de este proceso marcándose, muchas veces, que el niño/a nazca con un determinado “trabajo”.

A continuación, la entrevistada nos cuenta los distintos esquemas de hijo que pueden darse a partir de los deseos, necesidades, experiencias y emociones que experimentan sus madres y padres durante la concepción, gestación, embarazo y posterior crianza.

  • El hijo de sustitución:  es aquel que viene a reemplazar a un hermano que ha muerto antes.
  • El eventual hijo de sustitución: cuando en la dinámica familiar hay un niño que no está bien, hay un riesgo de que se muera y se hace inconscientemente un hijo que lo pueda sustituir.
  • El niño medicamento: se tiene un niño para curar a otro, por ejemplo, en el caso de necesitar un trasplante de células madre. Su rol es curar a la otra persona.
  • El hijo bastón de la vejez: cuando la madre está embarazada ya al final de su edad fértil, con la intención de que ese hijo sea el que se ocupe de los padres cuando estos envejezcan. Adaptan su vida en función de las necesidades de sus padres.
La forma en que te relacionas con tu pareja forma parte también del proyecto sentido gestacional. Foto: Shutterstock.
  • El mosquetero de la reina: la reina es la madre y el hijo protege y defiende. Esto puede darse porque el marido no la protege, o es violento, o está ausente o no hay marido. El hijo está de guardia esperando que su madre lo llame.
  • El niño esponja: está ahí para cargar con todos los golpes. Cuando aparecen problemas, es el niño quien los absorbe y los gestiona. La especialista explica que, muchas veces, con solo preguntarles qué les pasa empiezan a llorar, la problemática viene de antes de los tres años, porque ahí el niño es una esponja y no puede expresarse.
  • Niño basura: estos niños están para absorber las cosas tóxicas, son personas que están al servicio de todos, los llaman solo cuando hay un problema, solo los tienen en cuenta cuando hay problemas.
  • El niño síntoma: es el niño que va a gestionar la problemática particular de la familia a través de una enfermedad, aquí incluimos las enfermedades denominadas genéticas, raras.

“Cuando vemos un niño de un año con un cáncer, a través de su síntoma está expresando un problema del clan cuando hay una enfermedad que se repite, quiere decir que el conflicto es enorme”, expresó la terapeuta alternativa.

Es fundamental que a la hora de convertirnos en madres debemos que saber que todo lo que vivimos durante ese proyecto de sentido gestacional de alguna u otra forma se puede presentar en nuestros hijos a través de síntomas, patrones, creencias , enfermedades y modos de funcionar.

Si estás leyendo esta nota y ya eres madre o solo hija, esta sirve para aceptar que no podemos cambiar lo ocurrido en esas etapas, pero sirve para recapitular y tener consciencia de ello. Al hacerlo podemos comprender y sanar muchos conflictos físicos y emocionales y, así, disminuir nuestro nivel de estrés actuando en plena consciencia.

 

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