Flor de Tip: aprovechá la cuarentena y lavá tus brochas
Estas herramientas ya sean, de trabajo como lo son en mi caso, o para tu portacosméticos, se han vuelto un must de nuestro día a día.
A simple vista no nos damos cuenta que estos, acumulan los aceites de los productos, el sebo y las impurezas de la piel y otros restos de suciedad que, por un lado, acortan la vida de nuestras brochas y pinceles y por otro, pueden causarnos problemas en el cutis como granitos, puntos negros , alergias o irritaciones.
Es importante mantenerlas limpias, ordenadas y bien guardadas. Así protegemos nuestra piel o la de nuestras clientas y colaboramos a que nos duren mucho tiempo.
En esta nota, te voy a dar algunas sugerencias que yo uso y pueden ser de gran utilidad. ¡Pero antes mirá el paso a paso en este video!
A tener en cuenta
-En cualquiera de las opciones que elijas, tené cuidado de no mojar la parte de la unión con el mango, porque es la que lleva el pegamento que une ambas partes.
-Siempre asegurate que no queden con excedente de agua ni del producto con el que las limpiaste.
- Una vez limpias puedes apoyarlas sobre una toalla limpia y seca para mantener la forma original del pincel o brocha para que pueda seguir cumpliendo su función.
- Existen fundas para protegerlas y mantener la forma especialmente cuando son brochas grandes.
Comenzamos
Antes de limpiar, podés desinfectar las brochas y pinceles en un recipiente con un chorrito de alcohol, mientras reposan se va desprendiendo la suciedad.
Ahora a limpiar
Con champú: colocá un poco de champú (preferentemente con pH neutro) en la palma de tu mano y frota con cuidado la brocha o pincel sobre la misma. Enjuagá con agua y repite las veces que sea necesario hasta que el agua salga limpia.
Podemos usar limpiador de silicona de base rugosa en vez de las manos.
Retirá el excedente de agua, respetá la forma y colocá sobre una toalla a secar.
Con detergente. Lo recomiendo cuando el pincel es de pelo sintético ( cerda más rígida) ya que son las que se utilizan para productos cremosos o líquidos que son más difíciles de remover.
En un recipiente con agua, agrega un poco de detergente y déjalo en reposo unos segundos, vas a ver como la suciedad va aflojando, luego frota sobre la base con movimientos circulares y enjuaga. Repetí hasta que tanto el agua como el pincel salga limpio. No olvides de sacar el exceso de agua con los dedos y de mantener la forma. Podemos usar limpiador de silicona de base rugosa en vez de las manos.
Con jabón blanco o en pan. Sobre el mismo jabón frota el pincel o brocha con un poco de agua. Repetí la acción con la ayuda de los dedos para asegurarte quede bien limpio y sin excedentes.
Con limpiador en seco. Ideal cuando no tenés tiempo de limpiarlo entre maquillaje y maquillaje. En un papel tipo servilleta, colocá unas gotas del producto y frotá el pincel sobre el mismo. Verás como la sombra en este caso sale rápidamente y el pincel en unos segundos queda seco para poder volver a usarlo en el momento.
¡Listo! Ya están impecables para volver a usarlas.
La frecuencia ideal para las de uso personal sería una vez a la semana y para las de uso profesional, cada vez que terminés la jornada laboral, apoyándote con el limpiador en seco entre clienta y clienta.

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