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Por esa maravillosa maternidad entrañable

A través de las celebraciones valoramos, ponemos en el centro de la escena, destacamos. La maternidad es esa faceta que posibilita que la creación se manifieste; festejarla es rendir un homenaje a la vida.
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Claramente la maternidad es un tema que abarca diversas dimensiones; entrañar la maternidad nos lleva a explorar territorios profundos que, sin lugar a dudas, nos conmueve.

"La maternidad no es simplemente el proceso orgánico de dar a luz [...], es comprender las necesidades del mundo" (By Alexis DeVeaux) 

 Desde un punto de vista ella es una fuerza inherente a todas nosotras, mas allá de que hayamos pasado por la experiencia de concebir y dar a luz un hijo o no, incluso en aquellos casos en que hay una decisión de no ser mamá, la maternidad esta impresa en nuestras células.

 Con esto quiero decir que no es el hecho de traer un hijo al mundo lo que nos define y nos realiza como mujer, tema por cierto tan debatido en las discusiones en torno a nuestro rol contemporáneo, sino que lo que si nos define y empodera es conectar con el sentido de la maternidad como parte de nuestra esencia femenina.

 Ella posibilita nuestra creatividad, nos recuerda que tenemos un poder: el de concebir , gestar y parir algo que se desarrolla a partir de nosotras mismas. 


"La mujer ilustra literalmente la permanente pauta vital de cómo la energía se transforma en materia a través del embarazo y el parto" (by, Caroline Myss) 


Parafraseando a Christiane Northrup, en su libro Cuerpo de Mujer Sabiduría de Mujer, dice que debemos considerar el poder femenino de parir por lo que es: la base de toda creación; que aprender a parir nos enseña acerca del amor y del cuidado que requieren los procesos de gestación.

 El parto, ya sea físico o metafórico, nos enseña a no combatir el proceso de dar a luz, sea lo que sea lo que demos a luz, incluso aunque duela y deseemos renunciar. Es una experiencia que nos acerca al dolor, como ella dice, confiar en el proceso del parto lo favorece, haciendo de esta experiencia una oportunidad que nos enriquece, pues en lugar de huir de estas lecciones, podemos aprender mucho si estamos dispuestas a abrazarlas.


 Afirma que el parto tiene la capacidad de transformar nuestra forma de pensar acerca de nosotras mismas, haciéndonos conectar con nuestro interior y sintiéndonos poderosas; es a su vez un puente que nos conecta como mujeres, nos hace sentir que finalmente hemos ocupado nuestro puesto entre el linaje de mujeres madres. 


Detenernos y reflexionar acerca de cómo venimos experimentando la maternidad, es nutritivo y saludable pues abrir, explorar e indagar, nos hace conocer más y eso nos lleva a vivir las experiencias con mayor intensidad y plenitud. 

La maternidad generalmente aparece asociada a una tensión, a una ambivalencia, entre dos aspectos que presentamos como extremos "mujer vs. mamá"

Aparentemente los limites de nuestra individualidad se tornan difusos y se hace difícil el reconocimiento de nuestras necesidades, intereses y deseos. Incluso, estas pautas son reforzadas por patrones o creencias culturales que parten de concepciones distorsionadas acerca del amor y del cuidado; pues ambos por definición se complementan y surgen desde la relación que establecemos con nosotras mismas: nada que no podemos darnos vamos a brindar en una relación. 

Por eso para ejercer una buena maternidad con nuestros hijos ,Northrop, nos alienta a ser madres de nosotras mismas:

 Al cuidar de mi como madre, en una sociedad obsesionada por la mejor crianza de los hijos, voy descubriendo la necesidad de engranar lo que es mejor para mis hijos con lo que es necesario para ser una madre bien equilibrada; voy comprendiendo que ese dar incesante se traduce en una entrega total, y cuando una se entrega del todo a sí misma, no es una madre sana ni es un yo sano. 

Así pues, estoy aprendiendo a ser primero mujer y luego madre;estoy aprendiendo a experimentar mis emociones, sin quitar a mis hijos la dignidad de sentir también las suyas; estoy aprendiendo que un hijo sano va a tener sus propias emociones y características, que son sólo suyas y muy diferentes de las mías; estoy comprendiendo la importancia de la comunicación sincera de los sentimientos, porque la simulación no engaña a los hijos; ellos conocen a su madre mejor de lo que se conoce ella misma.

 Estoy aprendiendo que nadie supera su pasado si no lo confronta; si no lo hace, sus hijos van a asimilar exactamente aquello que ella está tratando de superar; estoy comprendiendo que las palabras de sabiduría caen en oídos sordos si mis actos las contradicen; los hijos tienden más a imitar que a escuchar. 

Estoy aprendiendo que en la vida ha de haber tanta tristeza y tanto dolor como felicidad y placer, y que permitirnos sentir todo lo que nos ofrece la vida es una indicación de plenitud y realización; estoy aprendiendo que la realización no se consigue entregándose totalmente, sino dándose a una misma y dando a los demás.

 Estoy aprendiendo que la mejor manera de enseñar a mis hijos a vivir una vida plena no es sacrificando mi vida, sino viviendo yo una vida plena; quiero enseñar a mis hijos que tengo mucho que aprender, porque estoy comprendiendo que soltarlos es la mejor manera de retenerlos. 

(By Nancy McBrine Sheehan)

¡Te deseamos un Feliz día de la madre, rodeada de ese tantísimo amor que habita en tu creación!

 Equipo de MDZ Femme