Vino en lata: por qué las bodegas abrazan esta moda
Si bien hoy no llega a volúmenes importantes, no mirar la tendencia pareciera un error. Un formato que va adquiriendo lugar y en donde muchos sectores de la industria genera dudas. Aquí algunas claves.
Una de las tendencias actuales en el desarrollo de nuevas formas de consumo y exigencias de los nuevos consumidores pareciera estar asociada al desarrollo de vinos en latas. La lógica de los mercados muestran un crecimiento sostenido por delante de otros formatos, sobre todo en lugares importantes como Estados Unidos.
Lo que destacan sus consumidores está a la vista. Fáciles de llevar, reciclables y con la posibilidad de ser más que innovadores en los diseños de envases. Además son ideales para los tiempos que nos toca atravesar, para beber al aire libre. Y en materia de rentabilidad, la misma sobre una botella de 750 ml. aumenta.
Es cierto que aún no llega a un volumen crítico de consumidores, ya que para muchos bebedores mayores y tradicionales es un envase esquivo. Sin embargo, para los “Millennials” y más jóvenes, las latas se adaptan mucho mejor a su estilo de vida. Aunque esa influencia sigue siendo relativa, porque algunos integrantes de este mismo segmento siguen aún con la idea de que el vino viene en botellas de vidrio.
Ante este panorama, en los últimos días la consultora Wine Intelligence publicó un informe con seis cuestiones a tener en cuenta por los emprendimientos vitivinícolas a la hora de decidirse por apostar por este tipo de envases.
Seis factores a tener en cuenta antes de decidir entrar al negocio de vino en lata
1- No cualquier vino
Se debe tener en cuenta qué tipos de vinos llevar a ese formato. Los consumidores suelen consumir bebidas frías o gasificadas en latas, por lo cual los rosados, blancos o espumantes pueden ser una buena opción.
2- Aprovechar el crecimiento del segmento premium
Estudios recientes terminan de confirmar, sobre todo en los últimos años, que los consumidores se vuelcan hacia marcas premium, una lógica que seguirá la lata a medida que se instale en el mercado.
3- Sacar provecho de la oportunidad que aparece en el envase
La información de los relevamiento hechos por Wine Intelligence sobre consumidores en Estados Unidos en la categoría RDT (Ready to Drink) muestran cada vez más acercamiento, sobre todo en el 2021. Por lo tanto, las bebidas en lata no tienen porqué ser vino, pueden ser bebidas de baja graduación y pocas calorías a base de vino y con burbujas añadidas.
4- Seguir con marcas establecidas
Producto que las latas se consumen en función de factores ocasionales, como puede ser al aire, según Wine Intelligence es probable que las marcas de vino existentes no afecten negativamente sus valores de marca. Desde la visión del bebedor de vinos actual, ha habido una reversión a marcas probadas y confiables durante la pandemia y es probable que la tranquilidad de marcas conocidas respalde la confianza en el formato enlatado.
5- Ser más precisos que amplios en la distribución
El canal es clave para el éxito. En una primera instancia puede ser reconfortante para el distribuidor abarcar un gran espectro de puntos de venta, pero debido a las conductas específicas de los consumidores actuales, quizá sea certero focalizar ventas en puntos “claves”, sobre todo en este tipo de envases.
6- Las calorías, el alcohol, lo saludable
La posibilidad de colocar vino en una lata, brinda la chance al productor de salir del formato tradicional del alcohol que ronda entre 11 y 15 grados. Poder producir un líquido ligero en graduación, que vaya en sintonía con la atención al contenido calórico y que responda a tendencias sustentables actuales, es una ventaja.