Para aprender

Por qué el vino se toma en copas: ¿siempre debe ser así? ¿cambia si uso un vaso?

Este tipo de recipientes siempre está asociado a los vinos en el mundo. ¿Cuál es la razón fundamental y qué tipo de copa se adapta mejor a cada uno de ellos? Te lo explicamos en esta nota.

Federico Lancia domingo, 16 de mayo de 2021 · 04:06 hs
Por qué el vino se toma en copas: ¿siempre debe ser así? ¿cambia si uso un vaso?
Distintos tipos de copas.

Es muy cierto que para quien no está vinculado al mundo del vino, tomar en copa puede llegar a parecer un esnobismo. Sin embargo, en términos concretos y prácticos, se trata más de una necesidad para no arruinar la inversión que hemos hecho en la botella que compramos.

¿Por qué?. Simple.

- Porque se puede ver su color (que no esté cobrizo y viejo).

- Porque no se calienta el vino, al poder tomarla por el tallo (y gracias a ello los aromas no se transforman).

- Porque el contacto con el cristal o finos vidrios hace que la textura sensorial sea la indicada. 

Ahora bien. Entonces ¿si tomamos un vino en otro recipiente no vamos a sentir gusto a vino? ¡Claro que sí lo sentiremos! Pero lo que hacemos con las copas es completar el proceso que las bodegas cuidaron desde el viñedo hasta que pusieron la botella en el punto de venta; tratando de modificar lo menos posible lo pensado a nivel estilístico de ese vino.

Por eso, además de tener cierto glamour y llenar de elegancia nuestra mesa, las copas fueron diseñadas (para tintos, blancos y espumantes) prestando mucha atención a cómo entra el vino en la boca y el contacto que tienen las papilas gustativas con el líquido. 

Tipos de copas

Es sabido que hay innumerables diseños de copas y cada día aparecen más, según las necesidades del mercado, de las bodegas, los varietales, y demás. Lo que hay que saber es que existen por lo menos tres tipos básicos, correspondientes a las tres clases de vinos: Blancos, Tintos y Espumantes. 

Las que pertenecen al grupo de los vinos blancos, su cáliz (que es la parte de arriba del pie) y su apertura son más pequeñas, ya que en cierta forma necesitamos “contener” los sabores frutados, frescos y aromáticos y que no necesitan de oxígeno para expresarse. Además de esta forma, poder seguir manteniendo la temperatura, clave en este tipo de vinos. 

Las copas para los vinos tintos tienen el cáliz más ancho y grande; y su boca es más grande. Aquí necesitamos del oxígeno para ayudar al vino a expresarse. Y por ello que también es importante el tamaño, ya que a mayor superficie e igual cantidad de líquido ese intercambio de líquido y oxígeno nos permitirá encontrar todo lo que tiene para expresar esa vino.  

Y las copas de espumantes hoy presentan muchos diseños. Los estilos también van forzando a adaptar distintos diseños según las necesidades de cada etiqueta. Aquí es importante saber, que las que conocemos todos tienen ese cáliz estilizado, un tanto ancho sobre la base, que permite sentir los aromas sin perder temperatura y que el gas carbónico de las burbujas no se nos escape.

Archivado en