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Este pequeño ritual con arroz podría atraer la riqueza, según el Feng Shui

Una tradición milenaria propone un ritual fácil y accesible que busca atraer bienestar económico a través de un símbolo cotidiano: el arroz.

Limpiar el lugar donde está el frasco, renovarle el arroz cada tanto, revisar si sigue en buen estado
Limpiar el lugar donde está el frasco, renovarle el arroz cada tanto, revisar si sigue en buen estado Shutterstock

No hace falta ser experto en energía, ni mucho menos en rituales, para entender por qué algunas personas deciden sumar pequeños gestos en casa con la idea de llamar a la abundancia. A veces, lo simple tiene fuerza. Y en este caso, lo que se propone es algo muy fácil: poner arroz en un frasco y ubicarlo.

Esta costumbre viene del Feng Shui, una filosofía china que tiene siglos de historia. Su base es clara: ordenar el espacio en el que vivimos también ordena la energía que nos rodea. Y dentro de todas las herramientas que propone, hay una muy conocida que busca atraer riqueza y estabilidad económica usando algo tan cotidiano como el arroz. Ese alimento que no falta en casi ninguna cocina, acá se convierte en un símbolo.

Deleita a tus seres queridos con este saludable palto hecho on arroz Foto: Shutterstock
Más allá de lo espiritual, este frasco de arroz puede cumplir otro rol: ayudarte a tener presente tus metas.

Más allá de lo espiritual, este frasco de arroz puede cumplir otro rol: ayudarte a tener presente tus metas.

¿Por qué arroz y dónde colocarlo?

El arroz representa abundancia. En muchas culturas se lo asocia con fertilidad, con alimento, con que no falte. Según quienes practican Feng Shui, el lugar ideal para este frasco con arroz es el sector sureste de la casa. Ese punto, dicen, es el que está vinculado al dinero y al crecimiento económico. Si no sabés dónde queda el sureste, podés ayudarte con una app de brújula desde el celular. No hace falta precisión milimétrica, pero sí cierta intención.

Otra opción muy recomendada es la cocina. Este ambiente también está cargado de un simbolismo fuerte, ya que representa la fuente de alimento, y por lo tanto, de bienestar. Colocar allí el frasco puede reforzar esa idea de que en casa no falte nada. No importa si lo ponés sobre una repisa o en una alacena visible: lo importante es que esté en un lugar limpio, cuidado y que no esté escondido entre objetos o suciedad.

Lo esencial es que sea de vidrio transparente. Tiene que estar bien limpio y seco antes de llenarlo con arroz blanco crudo. Con eso solo ya está bien, pero si querés darle un poco más de intención, podés sumarle algunos elementos. Una moneda dorada (aunque sea simbólica), una hoja de laurel o una cinta roja son algunas de las cosas que muchas personas usan para potenciar el ritual.

Ahora bien, no se trata solo de poner arroz por poner. Lo que realmente marca la diferencia es el momento en que lo hacés. Es importante hacerlo con un pensamiento claro, deseando que en tu casa no falte nada. Que haya comida, trabajo, tranquilidad. Esa intención es lo que, según esta tradición, activa el efecto del ritual.

Un detalle diario que conecta con tus objetivos

Más allá de lo espiritual, este frasco puede cumplir otro rol: ayudarte a tener presente tus metas. Verlo todos los días, al pasar, puede ser un recordatorio suave de que querés organizarte mejor, ahorrar, cumplir un objetivo. En tiempos en los que todo va rápido y cuesta mantener la atención, tener estos pequeños anclajes en casa puede ayudar más de lo que parece.

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El arroz representa abundancia. En muchas culturas se lo asocia con fertilidad, con alimento, con que no falte.

El arroz representa abundancia. En muchas culturas se lo asocia con fertilidad, con alimento, con que no falte.

También puede ser una buena excusa para dedicarle unos minutos al orden. Limpiar el lugar donde está el frasco, renovarle el arroz cada tanto, revisar si sigue en buen estado… todo eso suma. Y, aunque no lo notes, ese hábito también está vinculado con lo que buscás atraer: cuidado, intención y continuidad.

La abundancia empieza por lo simple

Al final, no es magia. Es una forma de poner la atención en lo que sí podés hacer hoy para cuidar tu bienestar. Hay personas que lo hacen por fe, otras por costumbre, y muchas simplemente porque sienten que les da paz. Sea cual sea la razón, el frasco con arroz es una invitación a hacer una pausa y pensar en lo que querés construir. A veces, la diferencia entre vivir corriendo y vivir con propósito empieza en esos gestos mínimos. Un frasco, un puñado de arroz y un deseo sincero. Eso puede ser el inicio de algo mucho más grande.