Cómo darse cuenta si un vino tiene madera o no y qué significa
Es una cuestión que muchos consumidores se preguntan cuando se enfrentan a una etiqueta de vino. Los detalles, en la nota.
Sin dudas el uso de la madera en el vino y por sobre todo en los exponentes argentinos vienen cambiando. Desde hace un tiempo hasta acá, se le ha “bajado” la cantidad de contacto con la madera a los vinos.
Esto se produce porque los consumidores y sobre todo los nuevos, piden vinos más ligeros y fáciles de tomar. Incluso con menor graduación alcohólica.
Ahora ¿cómo darse cuenta cuando el vino ha pasado por madera?
Lo primero que hay que decir es que el uso de la madera en el vino hoy puede tener diferentes variables: barricas, fudres, toneles o duelas dentro de un tanque. Ninguna es mejor que otra si el enólogo sabe usarlas para darle el estilo al vino.
La influencia más notable de la madera en los vinos es que le aporta aromas y sabores muy propios de este elemento: las notas a vainilla, el tostado, el ahumado, lo cremoso, chocolate o café son resultado del contacto del líquido con el roble.
Otro aspecto que destacan los grandes degustadores, es que en contacto con la madera, los vinos presentan otras texturas y por ende, mayor complejidad. Hoy en este aspecto, hay grandes discusiones, ya que en muchos terruños de nuestra tierra las texturas vienen aportadas por ellos.
Lo cierto es que un vino que no tuvo contacto con la madera seguramente sea más ligero, más fresco en términos generales y con una textura más lineal, es decir menos envolvente o denso.
Siempre recordando que ningún estilo es mejor que otro, sino que dependerá de la ocasión y del gusto de cada uno de los consumidores que participen de esa degustación.