Cuáles son los hábitos para prevenir el Alzheimer y que debes implementar

Aunque no se ha descubierto una cura definitiva para el Alzheimer, la ciencia ha demostrado que adoptar ciertos hábitos reduce el riesgo de esta enfermedad. Estos hábitos, forman parte de un estilo de vida saludable, y su impacto positivo protege el cerebro, y el bienestar físico y emocional. 

En primer lugar, hay que cuidar la salud cardiovascular. De hecho, se afirma que lo que beneficia al corazón también favorece al cerebro. Mantener controlados factores como la presión arterial, el colesterol y los niveles de azúcar en la sangre, así como evitar el sobrepeso, es fundamental. La hipertensión, la obesidad y la diabetes son condiciones que aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas. 

Una alimentación equilibrada es otro factor para la prevención del Alzheimer. Seguir una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras, grasas saludables y granos enteros aporta los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo y la mente. Las investigaciones señalan que ciertos alimentos, como aquellos ricos en antioxidantes, ácidos grasos omega-3 y vitaminas, tienen efectos protectores sobre las neuronas.

Otro aspecto que no debe pasarse por alto es el mantenimiento de una vida social activa. La interacción constante con otras personas no solo beneficia el estado de ánimo, sino que también es importante para el funcionamiento cognitivo. Diversos estudios han demostrado que el aislamiento social y la soledad pueden incrementar el riesgo de padecer Alzheimer. Por lo tanto, participar en actividades sociales, mantener contacto con familiares y amigos, y cultivar relaciones sanas son necesarias para la salud cognitiva.

Además de cuidar las relaciones sociales, es recomendable estimular el cerebro con actividades que desafíen su capacidad. Las neuronas, al igual que los músculos, necesitan ser ejercitadas para mantenerse en forma. Resolver rompecabezas, aprender un nuevo idioma, tocar un instrumento musical o simplemente leer sobre temas complejos son algunas de las actividades que pueden ayudar a mantener el cerebro activo y en buen estado. 

El descanso no se debe pasar por alto. Durante el sueño, el cerebro lleva a cabo importantes procesos de regeneración y eliminación de toxinas. Dormir lo suficiente permite que el cuerpo y la mente se recuperen de las actividades diarias, además hacer ejercicio para promover la liberación de endorfinas y reducir el estrés.