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Las mejores posturas íntimas para hombres que son poco flexibles

No dejes que la falta de flexibilidad te detenga; hay muchas maneras de disfrutar a pleno de la intimidad.
En la intimidad, lo más importante es la conexión emocional y el disfrute mutuo. Foto: Archivo
En la intimidad, lo más importante es la conexión emocional y el disfrute mutuo. Foto: Archivo

Cuando se trata de disfrutar de la intimidad con tu pareja, no es necesario ser un contorsionista para sentir placer. Existen diversas posiciones para aquellos hombres que buscan comodidad sin sacrificar la pasión.

Una de las opciones clásicas que siempre ha sido subestimada es la postura del misionero. Aunque algunos la consideran aburrida, la realidad es que es muy placentera. Esta posición permite un contacto cercano y directo con la pareja, lo que facilita el intercambio de miradas, besos y caricias. Además, el misionero ofrece un control total sobre el ritmo y la intensidad del movimiento.

Misionero.

Otra postura que no requiere gran elasticidad es la conocida como "cuchara". Esta posición implica que ambos se acuesten de lado, con el hombre detrás de su pareja, alineando su torso con la espalda de ella. Es una opción relajada que no demanda grandes aperturas de piernas ni movimientos complicados. Solo se necesita una suave presión para mantenerse unidos, lo que permite una conexión íntima sin tener que esforzarse demasiado. 

Cuchara.

La opción de usar una silla como apoyo también es recomendable para hombres poco flexibles. La idea es sencilla: el hombre se sienta en una silla firme, apoyando la espalda contra el respaldo y los pies en el suelo. Esto le permite mantener una postura estable, mientras que la pareja se acomoda. Esta posición permite variar la intensidad y el ángulo según el deseo de ambos.

En silla.

Otra alternativa interesante para aquellos con limitaciones en su movilidad es la postura de pie. Aunque puede sonar desafiante al principio, esta posición en realidad no requiere tanta flexibilidad. El secreto está en mantener una ligera flexión de las rodillas y un movimiento controlado de las caderas. Para mayor estabilidad, es útil contar con una pared como punto de apoyo. Esta postura es ideal para momentos en los que se busca un encuentro más apasionado y lleno de energía.