Astrología: para qué sirven las constelaciones familiares y qué debes saber
Las constelaciones familiares son una técnica terapéutica desarrollada por Bert Hellinger, cuyo enfoque principal es abordar las relaciones humanas desde una perspectiva sistémica. A nivel astrológico, los puntos principales a entender son para qué sirven y qué debemos tener en cuenta si nos sometemos a esto por primera vez.
Esta técnica busca revelar las dinámicas ocultas que subyacen en los problemas que afectan a las personas, a menudo arraigadas en patrones familiares y generacionales. En esencia, nos ayudan a entender cómo las experiencias y conflictos no resueltos de nuestros antepasados pueden influir en nuestra vida actual.
¿Cómo funcionan las constelaciones familiares?
El principio fundamental es que existe un "orden" en las relaciones humanas que debe respetarse para que el amor y las energías fluyan de manera adecuada. Esto está relacionado con la pertenencia, el equilibrio entre el dar y recibir, y la jerarquía dentro del sistema familiar. Cuando este orden se altera —por traumas no resueltos, exclusiones o desequilibrios— se generan bloqueos que pueden manifestarse en forma de problemas emocionales, de salud o de relación.
En una sesión de constelaciones familiares, el consultante presenta un problema o situación que le preocupa, y a partir de allí, se eligen diferentes representantes (personas que actúan en lugar de los miembros de la familia o del sistema que se desea constelar).
Estos representantes se colocan en un espacio, y a través de sus sensaciones y movimientos, empiezan a surgir dinámicas y patrones que reflejan la situación del consultante. A partir de estas imágenes y sensaciones, el facilitador guía el proceso hacia una posible solución, que puede implicar la restauración del orden perdido en el sistema.
¿Para qué sirven las constelaciones familiares?
Ayudan a abordar problemas que pueden estar vinculados a patrones repetitivos o situaciones persistentes en la vida de uno. Pueden contribuir a resolver conflictos familiares, dificultades en relaciones de pareja, problemas con hijos o temas laborales. También son útiles para quienes sienten que, a pesar de sus esfuerzos, no logran avanzar en ciertas áreas de su vida.
Si bien son reveladoras y sanadoras, no son mágicas ni aseguran resultados inmediatos. Se recomienda esperar varios meses entre una constelación y otra para permitir que los efectos se asienten. Esto es porque el trabajo realizado tiene un impacto tanto en el consultante como en su sistema familiar, y requiere tiempo para que las nuevas dinámicas se estabilicen.
¿Qué limitaciones tienen?
Las constelaciones familiares no buscan cambiar a otras personas; más bien, el enfoque está en el consultante y cómo su propio cambio puede afectar positivamente al sistema familiar. Tampoco se recomienda realizar constelaciones en situaciones de duelo reciente o cuando hay tratamiento psicológico en curso, salvo con la aprobación del terapeuta.