Los efectos interminables del COVID prolongado: cuáles son los mayores riesgos
La comunidad médica transita una preocupación creciente debido a la cantidad de casos de COVID prolongado que ronda en esta época, a cuatro años de la declaración de pandemia.
El COVID prolongado, también conocido como “long COVID”, sigue siendo un desafío significativo para la salud global, incluso después de más de cuatro años de la pandemia. A medida que aumentan los casos en todo el mundo, expertos advierten sobre las secuelas persistentes que afectan y le genera preocupación a millones de personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que, aunque la mayoría de los afectados por COVID-19 se recuperan, un porcentaje considerable sufre efectos a largo plazo, que pueden durar meses o años. Estos síntomas persistentes abarcan una amplia gama de problemas de salud, desde fatiga extrema hasta trastornos cognitivos, y pueden afectar a personas de todas las edades.
Los afectados pueden experimentar dificultades para respirar, confusión mental y problemas cardíacos, entre otros. Las investigaciones en curso buscan comprender por qué algunos individuos desarrollan estas secuelas y otros no, lo que representa un reto para la comunidad científica.
Según estudios recientes, el riesgo de desarrollar Coronavirus prolongado ha disminuido en los últimos años, en parte gracias a la vacunación y a las mutaciones del virus. Sin embargo, el número de personas afectadas sigue siendo significativo. A nivel global, se estima que más de 65 millones han sufrido de esta condición, lo que subraya la magnitud del problema y su impacto en la calidad de vida.
El doctor Ziyad Al-Aly, epidemiólogo clínico, subraya que el COVID prolongado es la condición de salud más investigada de los últimos años, con más de 24.000 publicaciones científicas al respecto. A pesar de los avances, aún queda mucho por aprender sobre esta enfermedad y cómo abordarla eficazmente.
La OMS continúa instando a la población a mantenerse alerta y a no subestimar los riesgos del llamado Nuevo Coronavirus. Aunque los casos graves han disminuido, el virus sigue presente y puede desencadenar secuelas a largo plazo. La mejor defensa sigue siendo la prevención, a través de la vacunación y las medidas de protección.
El COVID prolongado es un recordatorio de que la pandemia aún no ha terminado. Es crucial seguir investigando y apoyando a quienes sufren estas secuelas para mitigar su impacto en la salud pública global.