La increíble mascarilla casera que te dejará la piel suave y luminosa
No necesitas gastar grandes cantidades de dinero en productos de belleza con esta mascarilla natural.
Si tu piel necesita un toque de suavidad y luminosidad, esta mascarilla casera es justo lo que necesitas. Con estos ingredientes simples y naturales, es posible lograr un cutis radiante como la zanahoria, la remolacha y la gelatina sin sabor.
El primer paso en la preparación de esta mascarilla es rallar la zanahoria y la remolacha. Con sus antioxidantes naturales protegen la piel de los daños causados por los radicales libres y también promueven un tono uniforme al rostro.
Por otro lado, la remolacha es un verdadero tesoro cuando se trata de cuidados faciales. Rica en antioxidantes, esta raíz ayuda a purificar y aclarar la piel. Sus propiedades desintoxicantes eliminan las impurezas, dando lugar a un cutis más limpio y fresco. Además, el pigmento natural de la remolacha puede darle a la piel un tono rosado saludable, lo que contribuye a un aspecto juvenil y revitalizado.
Una vez que has rallado y extraído el jugo de la zanahoria y la remolacha, es momento de combinar estos líquidos con la gelatina sin sabor. Este paso es necesario, ya que la gelatina actúa como un agente que ayuda a que la mascarilla se adhiera a la piel, formando una capa que facilita la absorción de los nutrientes. La gelatina, a su vez, tiene propiedades que mejoran la elasticidad de la piel, ayudando a mantenerla firme y tersa.
El siguiente paso es calentar la mezcla en el microondas por unos segundos, solo lo suficiente para que la gelatina se disuelva y se integre bien con los jugos de las hortalizas. Con una brocha, aplica la primera capa de la mascarilla sobre el rostro, evitando el área de los ojos y los labios. Es importante dejar que esta primera capa se seque por completo antes de aplicar la segunda. Después de aplicar la segunda capa y dejarla actuar durante unos 15 minutos, llega el momento de retirarla.