Calvicie masculina: cuáles son los tratamientos más efectivos

La calvicie masculina es uno de los temas que más preocupa a los hombres a lo largo del tiempo. Aunque la genética y las hormonas intervienen en la caída del pelo, siguen en estudio las causas de esta condición que afecta a hombres y mujeres. Esto hace que los tratamientos para detenerla y revertirla sigan siendo imperfectos, según explica Arash Mostaghimi, vicepresidente de ensayos clínicos e innovación del departamento de Dermatología del Hospital Brigham and Women’s de Boston. 

El primer paso para cualquier hombre que note una pérdida significativa del pelo es agendar una cita con un dermatólogo. Estos especialistas en piel y cabello te darán una evaluación detallada para determinar la causa de la caída y recomendar el tratamiento más adecuado. Entre las opciones más comunes y aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés), se encuentran el minoxidil y el finasteride.

El minoxidil es un medicamento de uso tópico que se aplica directamente sobre el cuero cabelludo. Se cree que funciona al dilatar los vasos sanguíneos en el cuero cabelludo, lo que mejora la circulación sanguínea y, por ende, la llegada de nutrientes esenciales a los folículos pilosos. Esto puede estimular el crecimiento del pelo y retardar su caída. El minoxidil está disponible en varias concentraciones, y su uso constante es crucial para mantener los resultados obtenidos. A pesar de su eficacia, algunos usuarios pueden experimentar efectos secundarios como irritación del cuero cabelludo o crecimiento de vello no deseado en otras partes del cuerpo.

Más allá de los medicamentos, las terapias con luz láser han ganado popularidad como una opción no invasiva para tratar la calvicie. Estas terapias, también conocidas como terapia de luz de bajo nivel (LLLT, por su sigla en inglés), utilizan luces láser para estimular los folículos pilosos y promover el crecimiento del pelo. Se cree que la luz láser penetra en el cuero cabelludo y aumenta la energía celular, lo que puede mejorar la salud de los folículos y prolongar la fase de crecimiento del cabello. Aunque los estudios sobre la efectividad de la LLLT son variados, muchos pacientes reportan resultados positivos después de varios meses de tratamiento regular.

Para aquellos que buscan una solución más permanente, los trasplantes capilares son otra alternativa. Este procedimiento quirúrgico implica la extracción de folículos pilosos de una parte del cuerpo, generalmente la nuca, y su implantación en las áreas calvas o de cabello ralo. Los avances en las técnicas de trasplante, como la extracción de unidades foliculares (FUE, por su sigla en inglés) y el trasplante de unidades foliculares (FUT, por su sigla en inglés), han mejorado significativamente los resultados estéticos, haciendo que los trasplantes capilares se vean más naturales y tengan menos tiempo de recuperación. Sin embargo, es una opción costosa y no está exenta de riesgos, como infecciones o cicatrices.