Por qué aumentaron las enfermedades en mayores de 55 años
Al contrario de lo que se cree, los adultos mayores de 55 años están activos, y con ello aumentaron las enfermedades entre ellos.
En Estados Unidos, los adultos mayores están mostrando un preocupante aumento en las tasas de enfermedades de transmisión (ETS). Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los casos de gonorrea en mayores de 55 años han aumentado un 600% desde 2010, mientras que la clamidia y la sífilis también han experimentado incrementos significativos.
Diversos factores contribuyen a este incremento, incluyendo grandes tasas de divorcio, menos uso de preservativos por la falta de riesgo de embarazo, medicamentos para la disfunción eréctil y un aumento en el uso de aplicaciones de citas. Además, más adultos mayores viven en comunidades de retiro, donde la interacción social es frecuente.
Un estudio recientemente publicado de Justyna Kowalska, profesora en la Universidad Médica de Varsovia, respalda estas conclusiones. La creencia popular de que los mayores no son activos se desvanece ante estudios recientes que indican que 4 de cada 10 adultos entre 65 y 80 años reportan actividad, y muchos la consideran importante para su calidad de vida.
Sin embargo, existe una promiscuidad notable de este grupo. Tanto los proveedores de atención médica como los mismos individuos tienden a subestimar el riesgo de contraer enfermedades. Matthew Lee Smith, de la Escuela de Salud Pública de Texas A&M, resalta la falta de educación y recursos sobre ETS en centros para ancianos y comunidades residenciales.
La doctora Mary Susan Fulghum, especialista retirada, ha tomado la iniciativa de educar a los mayores sobre las crecientes tasas de infecciones venéreas. Ella se dirige a grupos comunitarios y promueve la realización de pruebas de detección al iniciar nuevas relaciones, así como el uso consciente de preservativos.
Los expertos sugieren incluir preguntas sobre salud en los chequeos rutinarios de los adultos mayores y ofrecer proactivamente pruebas de ETS. Además, enfatizan la necesidad de que los pacientes discutan abiertamente sus vidas íntimas con sus médicos para obtener una atención adecuada.
Es obligatorio mencionar que la educación y la prevención son claves para combatir el aumento de las ETS en las personas mayores de 55 años, promoviendo una mejor calidad de vida y bienestar en esta etapa de la vida. A esto se le deberá incluir que hay que intensificar la precisión de los chequeos rutinarios y las consultas médicas.