El jabón asiático que aclara y exfolia la piel y con tan solo dos ingredientes

Este poderoso jabón asiático aclara la piel con tan solo dos ingredientes: harina de arroz y avena. Este jabón limpia profundamente, ilumina, revitaliza y suaviza la piel, y brinda  resultados sorprendentes sin los riesgos asociados a los productos comerciales cargados de químicos.

La harina de arroz posee propiedades blanqueadoras y exfoliantes. Las mujeres asiáticas utilizan el arroz en sus rutinas de belleza para conseguir una piel radiante y uniforme. Y es que actúa como un exfoliante suave, eliminando las células muertas y promoviendo la renovación celular. Además, su uso regular puede reducir la aparición de manchas oscuras y decoloraciones, dejando la piel más clara y uniforme.

Prepara tu jabón casero

Por otro lado, la avena es rica en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios, ayuda a calmar la piel irritada y a mantenerla hidratada. Hacer este jabón casero es un proceso sencillo y gratificante. Para comenzar, necesitarás una barra de jabón neutro, que servirá como base. El jabón neutro es suave y no contiene fragancias ni colorantes que puedan irritar la piel. Luego, añade harina de avena y harina de arroz. Para enriquecer aún más la mezcla, puedes incorporar aceite de coco, conocido por sus propiedades hidratantes y antimicrobianas, y glicerina, que atrae la humedad a la piel, manteniéndola suave y flexible.

El proceso de fabricación es simple: primero, ralla la barra de jabón neutro y derrítela a baño maría. Una vez derretida, añade una cantidad generosa de harina de avena y harina de arroz, mezclando bien para asegurar que los ingredientes se integren uniformemente. Luego, agrega unas cucharadas de aceite de coco y glicerina, continuando la mezcla hasta obtener una consistencia homogénea. Si deseas potenciar el efecto exfoliante, puedes añadir una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio, aunque este paso es opcional.

Una vez que todos los ingredientes están bien combinados, vierte la mezcla en moldes y deja que se enfríe y solidifique. Después de unas horas, tendrás un jabón casero listo para usar, cargado de beneficios naturales para la piel. Utilizar este jabón diariamente te permitirá notar una diferencia significativa en la textura y el tono de tu piel en cuestión de semanas.

Este jabón casero no solo ofrece una alternativa natural a los productos comerciales, sino que también es una opción económica y personalizada. Puedes ajustar las cantidades y experimentar con diferentes adiciones naturales según las necesidades específicas de tu piel. Además, al hacerlo tú mismo, tienes el control total sobre los ingredientes, evitando los conservantes y químicos que muchas veces se encuentran en los productos comerciales.