Los tres alimentos que generan mayor sueño según la ciencia

Dormir adecuadamente es fundamental para el bienestar general, ya que un descanso reparador de al menos 7-8 horas por noche no solo beneficia la salud mental, sino que también mejora la concentración y el rendimiento durante el día. Sin embargo, la falta de sueño puede tener un impacto significativo en nuestra alimentación y energía diaria.
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Según expertos como las doctoras Stacy M. Peterson y Brooke L. Werneburg de Mayo Clinic, la relación entre el sueño y la alimentación es bidireccional, lo que significa que lo que comemos puede afectar la calidad de nuestro sueño y viceversa.
Lo cierto es que, cuando no dormimos lo suficiente, es común experimentar antojos de ciertos alimentos que pueden afectar nuestro estado de alerta y bienestar general. Para ello hay que prestarle seria atención a tres grupos de alimentos que suelen afectar nuestro descanso.
Entre los alimentos que tienden a generar mayor somnolencia se encuentran aquellos ricos en proteínas y carbohidratos. La combinación de estos nutrientes puede influir en los niveles de neurotransmisores en el cerebro, lo que a su vez afecta nuestro estado de ánimo y nuestro ciclo de sueño-vigilia.
1. Proteínas: Alimentos como salmón, pollo, huevos, espinacas y lácteos como leche y queso, tienen propiedades soporíferas. Contienen triptófano, un aminoácido con serotonina y melatonina, hormonas que regulan el sueño. Consumir alimentos ricos en proteínas puede ayudar a promover un sueño más profundo y reparador.
2. Carbohidratos: La pasta, en particular, es conocida por su capacidad para inducir la somnolencia. Esto se debe a que los carbohidratos aumentan los niveles de glucosa en sangre, lo que estimula la liberación de insulina y facilita la entrada de triptófano al cerebro, donde se convierte en serotonina y melatonina.
3. Azúcares: También pueden tener un impacto en nuestro estado de alerta y energía. Si bien el consumo de azúcares puede proporcionar un impulso temporal de energía, también puede provocar una caída brusca en los niveles de glucosa en sangre, lo que puede resultar en fatiga y somnolencia.
La relación entre la alimentación y el sueño es compleja y multifacética. Consumir una dieta equilibrada que incluya una combinación adecuada de proteínas, carbohidratos y grasas saludables puede ayudar a promover un sueño reparador y mejorar la calidad de vida en general.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada persona es única y puede reaccionar de manera diferente a ciertos alimentos. Si experimentas problemas crónicos de sueño o fatiga, es importante consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.