El peligro de los ronquidos o “muerte lenta” y cómo aliviar este malestar
Los ronquidos son vistos como un problema menor o simplemente molestos, pero esconden una realidad más preocupante. Detrás de esos sonidos puede haber señales de un trastorno respiratorio conocido como apnea del sueño.
Este problema, bautizado como "muerte lenta" por sus graves consecuencias, afecta la calidad de vida y tu salud, y debe tomarse en serio. Esta es una condición en la que la respiración se detiene temporalmente durante el descanso. Esto genera episodios de falta de oxígeno en el cuerpo, causando hipoxia, un estado que afecta el cerebro, el corazón y otros órganos vitales.
Uno de los efectos más notables de la apnea es el aumento del riesgo cardiovascular. Durante cada pausa respiratoria, el cuerpo entra en estado de alerta, libera hormonas del estrés que alteran la presión arterial y sobrecargan el corazón. Esto eleva las posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular o un infarto.
La fatiga diurna es otra de las consecuencias comunes de los ronquidos y la apnea. La interrupción constante del sueño impide que el cuerpo alcance las fases más profundas del descanso, lo que resulta en cansancio extremo al día siguiente. Además, esta condición afecta la memoria, la concentración y el rendimiento cognitivo.
Reconocer los signos de alerta asociados a los ronquidos es fundamental. La sensación de ahogo al despertar, dolores de cabeza matutinos, somnolencia excesiva durante el día y cambios de humor son síntomas que no deben ignorarse. Si experimentas alguno de estos problemas, buscar ayuda médica es una decisión importante para proteger tu salud.
Afortunadamente, existen maneras de aliviar este malestar y reducir sus efectos negativos. Cambiar algunos hábitos diarios es un buen punto de partida. Por ejemplo, mantener un peso saludable ayuda a disminuir la presión en las vías respiratorias, reduciendo la intensidad de los ronquidos.
Dormir de lado es otra estrategia eficaz para evitar el colapso de los tejidos de la garganta. Colocar una almohada especial que mantenga la cabeza elevada también mejora el flujo de aire y reduce la obstrucción durante el sueño. Estos ajustes simples en la postura nocturna ofrecen grandes beneficios para quienes padecen apnea leve o moderada.