Esta vitamina no puede faltar: previene el Alzheimer

Los primeros signos del Alzheimer incluyen problemas para realizar tareas sencillas, como hacer cálculos matemáticos, dificultad para reconocer rostros familiares o para recordar acontecimientos importantes del día a día. Estos síntomas suelen progresar de manera lenta pero constante, afectando la calidad de vida de las personas que sufren esta condición y de quienes los rodean. 

Las vitaminas del grupo B, y más específicamente el ácido fólico, la vitamina B6 y la B12, se han asociado con la protección del cerebro frente al Alzheimer. Según un estudio publicado en la revista PLoS One, un grupo de voluntarios que presentaba deterioro cognitivo leve recibió dosis elevadas de estas vitaminas durante un período de dos años.

Los resultados fueron reveladores: en comparación con aquellos que recibieron un placebo, las personas que tomaron las vitaminas mostraron una reducción en la velocidad a la que sus cerebros se encogían, algo que comúnmente ocurre con el envejecimiento y es aún más pronunciado en quienes padecen Alzheimer.

El cerebro humano, al igual que otros órganos, tiende a reducir su tamaño con la edad, especialmente a partir de los 60 años. Esta contracción, que en una persona sana ocurre a una tasa aproximada de 0,5 % anual, se acelera de forma notable en aquellos con deterioro cognitivo leve, llegando a duplicarse. En los pacientes que ya padecen Alzheimer, esta reducción del tamaño cerebral puede alcanzar una tasa de hasta 2,5 % por año. 

Una de las principales razones por las que estas vitaminas resultan tan importantes es su función en la reducción de los niveles de homocisteína en el cuerpo. La homocisteína es un aminoácido cuya acumulación en el organismo está vinculada con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas. Las vitaminas B6, B12 y el ácido fólico trabajan en conjunto para metabolizarla y convertirla en sustancias que el cuerpo puede utilizar de manera beneficiosa