Cómo decidir con el método 10-10-10
Hoy tenemos más
opciones que nuestros ancestros y una mayor cantidad de decisiones. En el pasado,
la tradición determinaba nuestro oficio, amistades, opciones de compra e
incluso pareja. En el presente, la consigna es que "podemos ser, hacer o tener
lo que deseemos". Esta promesa y la diversidad de opciones provenientes de la
publicidad generan una sensación de agobio, incertidumbre e inmovilidad. Paradójicamente, el
exceso de diversidad está afectando nuestra capacidad para decidir. Esta realidad no resulta tan problemática a la hora de escoger por ejemplo entre dos marcas, pero
constituye un obstáculo cuando se trata de elegir caminos profesionales, pareja o cambios en el estilo de vida.
Cuando estamos ante una encrucijada existencial, nuestro ser emocional se altera y nuestros pensamientos se nublan. Actuamos por impulso o nos inmovilizamos por miedo. En este último caso, citando las palabras del filósofo William James: "Cuando tienes que tomar una decisión y no la tomas, eso es en sí mismo una decisión".

Foto: Wil Stewart
La toma de decisiones es un campo amplio de estudio que abordan, entre otras disciplinas, la lógica, la psicología, la sociología, la economía o la administración. Dependiendo de su enfoque, cada ciencia busca entender los mecanismos de elección y encontrar los caminos para aprender a tomar decisiones con la mayor asertividad, las menores pérdidas y el máximo nivel de ganancias.
Dentro de la amplia lista de publicaciones sobre el tema, en el mundo empresarial y editorial ha causado revuelo el "Método 10-10-10". Fue propuesto por la autora y periodista de negocios estadounidense Susy Welch, en su libro 10-10-10: Una idea transformadora de la vida. La fórmula sugiere tomar "buenas" decisiones considerando siempre el corto, medio y largo plazo. Según la autora, esta estrategia fue un factor determinante en un momento de su vida, cuando debía equilibrar una exitosa vida profesional con la crianza de sus cuatro hijos. La técnica propuesta por Welch a la hora de tomar una decisión es considerar cuál será el impacto y cómo nos sentiremos dentro de 10 minutos, dentro de 10 meses o cómo la recordaremos dentro de 10 años.
El método 10-10-10 busca ser una recopilación de información
Este mecanismo no es literal. Los 10 minutos hacen referencia a dentro de un minuto, una hora o una semana. Los 10 meses están relacionados con el futuro inmediato, cuando la decisión habrá sido tomada pero seguirá actuando. Los 10 años son más inciertos, pero pueden aplicarse a una distancia donde las decisiones tengan más un efecto emocional, en forma de recuerdo.
El método 10-10-10 busca ser una recopilación de información. Consiste en usar las consecuencias como estrategia para ampliar la perspectiva y considerar más variables. De acuerdo con Susy Welch, el requisito para que pueda ser efectiva la decisión es ser honestos con nosotros y rigurosos al responder los interrogantes. "Cuanta más capacidad tengamos de utilizar otras perspectivas, seguramente tomaremos decisiones más acertadas".
Tomar buenas decisiones es un aprendizaje que puede entrenarse diariamente. El método 10-10-10 puede ayudarnos en el constante y valioso proceso de autoconocimiento. Cuando comenzamos a poner la lupa en la forma como decidimos, identificaremos si somos arriesgados o cautos; calculadores o empáticos; rígidos o flexibles. No existe una única fórmula o vía para decidir, pero métodos como este amplían nuestro rango de recursos y nos guían hacia una mayor consciencia y libertad, en palabras del teólogo Paul Tillich: "La decisión es un riesgo arraigado en el coraje de ser libres".