La verdadera historia

Desgarrador: La razón por la que El Chavo del 8 es huérfano

La historia de El Chavo del 8 podría ablandar el corazón de la persona más dura del mundo

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MDZ Espectáculos viernes, 6 de mayo de 2022 · 18:37 hs
Desgarrador: La razón por la que El Chavo del 8 es huérfano

El Chavo del 8 es uno de los personajes más icónicos de la televisión mexicana y latinoamericana. Viví en la vecindad del Señor Barriga, dormía en un barril, y allí jugaba con sus amigos que a fuerza de bondad y ternura se los supo ganar. Lo que pocos conocen es el motivo por el cual el Chavo del 8 era huérfano.

Según lo describió su propio creador, Roberto Gómez Bolaños, en el libreo “El diario del Chavo del Ocho”, un texto póstumo del actor y productor que falleció el 28 de noviembre de 2014 a sus 85 años, su historia familiar es tan desgarradora que arrancaría lagrimas hasta a la más dura persona que existiese en la tierra. Cuenta que El Chavo no conoció a su padre, y que solo tiene un par de recuerdos de su madre, una mujer que hizo lo que pudo. Que lo dejaba en la guardería porque era madre soltera y trabajaba muchas horas para cubrir los gastos familiares que tenía. Que cada noche, al terminar su jornada laboral lo pasaba a recoger, aunque debido al cansancio que a veces tenía no se daba cuenta que niño le entregaban y se lleva a otro dejándolo solo en la institución. Hasta que una noche no pasó a buscarlo, y pasó otra noche, y días completos, y ya nunca más supo de ella. Finalmente el Chavo termino alojado en un orfanato.

El verdadero nombre del Chavo el Rodolfo Pietro Filiberto Raffaelo Guglielmi, y jamás recibió una visita mientras estuvo en el hogar infantil. Tampoco apareció una familia con intenciones de adoptarlo. Por el contrario, sufrió el maltrato de la señora Martina, una celadora que no quería a los chicos. Cansado de llorar y de ver a sus compañeros tristes, entendió a muy corta edad que tenía que valerse por sus propios medios, entonces tomó coraje para hablar con su cuidadora y habló en representación del grupo. Le dijo que se iría de ahí si no dejaba de maltratarlos. La amenaza salió mal porque sin un dejo de humanidad la mujer le abrió la puerta y le respondió que si no le gustaba podía marcharse. Y el Chavo se fue.

Su llegada a la vecindad

Cuando recién llegó a la vecindad vivió en el departamento número 8, donde lo adoptó una señora mayor que decía que le parecía a su nieto. Tiempo después, la señora falleció y vino un nuevo inquilino y fue ahí cuando se mudó a un viejo barril que estaba en el patio de la vecindad.

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