El insólito motivo por el cual Kevin Bacon odia Footloose
Kevin Bacon saltó a la fama en 1984 con la icónica película Footloose. Sin embargo, dicho éxito se terminó convirtiendo en un problema para el actor. ¿Por qué?
Kevin Bacon es sin dudas uno de los grandes referentes que tiene la industria cinematográfica. El actor logró hacerse reconocido dentro de Hollywood después de haber hecho el protagónico de la película Footloose. Pero eso mismo terminó convirtiéndose en una dura mochila para llevar.
Si bien es cierto que luego logró forjar una importante carrera con varios éxitos con filmes como Cuestión de honor, La patrulla, Los hijos de la calle, X-Men, Río Místico y Apolo 13, lo cierto es que Kevin Bacon siempre ha estado asociado con aquel éxito de 1984.
El problema de todo esto es que Footloose no resulta ser un recuerdo cómodo para el actor. Básicamente no es una cuestión directa con la película, sino con su clásico baile dentro de la trama.
Lo cierto es que el intérprete está harto de que se le exija que siga realizando su icónico baile al ritmo de Footloose, el hit de Kenny Loggins. Se lo piden siempre, y después de casi cuatro décadas es algo que le molesta mucho.
De hecho dicen que prefiere sobornar a los DJs para asegurarse de que no pasen ese tema. Sabe que, de lo contrario, enseguida se armará una ronda alrededor suyo para seguir sus pasos de baile.
Puede parecer exagerado, sí, pero el mismo actor lo confesó en una entrevista con Conan O’Brien, hace ya una década: “Voy hasta donde está el DJ, le doy veinte dólares y le digo ‘por favor, no pongas esa canción”, lanzó.
Por otro lado, Kevin Bacon reveló que esto no lo hace solamente porque ya está muy cansado de bailar dicha canción, sino porque tampoco quiere opacar a los novios, porque ya es una situación que le pasó en varias bodas, donde él se convertía en el centro de atención cuando sonaba el tema.
“La boda es para que los novios sean las estrellas de la noche. Pero cuando un DJ pone esa canción, todo eso se derrumba. Por eso para las bodas de mis hijos pagaré mucho más de veinte dólares”, aclaró hace unos años al periódico británico The Guardian. Sentía que los novios perdían protagonismo en sus propias fiestas.