Una boda de película

Así fue la increíble boda de Tamara Falcó: mira todos los detalles

Tras tres días de intensas celebraciones con preboda, boda y postboda, 400 invitados, 2 escenarios y más de 250 empleados, la aristócrata se casó finalmente con el amor de su vida. En esta nota te contamos más detalles.

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MDZ Entretenimiento miércoles, 12 de julio de 2023 · 20:20 hs
Así fue la increíble boda de Tamara Falcó: mira todos los detalles
Estos son todos los detalles de la increíble boda de Tamara Falcó. Foto: Instagram

Así se vivió la boda de Tamara Falcó con Íñigo Onieva: cuatro vestidos blancos de novia, joyas de impresión y una filtración.

La marquesa de Griñón ya se puede considerar una mujer casada. Tras tres días de intensas celebraciones, la aristócrata ha cumplido el sueño de caminar hacia el altar vestida de blanco por Carolina Herrera. Nada ni nadie ha podido impedir este momento, aunque hace tan solo unos días parecía que todo iba a ser un desastre.

Íñigo Onieva lo había vaticinado cuando se filtró su famosa infidelidad en el festival estadounidense Burning Man. Ni eso ni todo lo que pasó después, que muchos calificaron como señales de que la boda no debía suceder (la última fue cuando a uno de los sacerdotes que oficiaba la misa se le incendió la casulla), pararon su amor.

Íñigo Onieva y Tamara Falcó en su cena preboda. En esta ocasión, Tamara lució un diseño propio de su marca.

Feliz, radiante y vestida de blanco, la también cocinera celebró junto a su ahora marido tres días de fiesta non-stop que empezó el viernes con una cena de bienvenida en el Hotel Ritz de Madrid y terminó en el mismo lugar con el brunch el día domingo al mediodía posterior a la gran fiesta.

A pesar del impresionante dispositivo de seguridad que brindó el palacio de Aldea del Fresno para preservar la millonaria exclusiva con una conocida revista y que incluyó el requisamiento de todos los invitados, algunos detalles se terminaron filtrando, como los referentes a sus dos vestidos de novia o el menú.

El look de preboda

Viernes por la noche, horas previas a dar el gran sí, quiero. Tamara Falcó llegó a su cena de preboda mucho antes que su entonces futuro marido, Íñigo Onieva. Lo hizo en un coche conducido por su cuñado, Fernando Velasco, que le tocó interpretar el papel de chofer en el gran día de la hermana de su mujer, quien llegó atrincherada en el asiento de atrás del vehículo y que aprovechó el revuelo causado por Tamara para entrar corriendo en el interior y huir de la foto tan esperada por todos.

Para esta velada, Tamara Falcó lució su primer look de novia, un traje diseñado por ella misma de la colección de TFP, su marca, en colaboración con Pedro del Hierro (un look que fue rápidamente comparado con el que lució la reina Letizia). 

El gran vestido de novia de Tamara Falcó estuvo diseñado por la firma Carolina Herrera.

Sábado por la mañana. El primero en ser fotografiado fue el vestido de novia de Tamara, que en un furgón escoltado por media docena de trabajadores de Carolina Herrera abandonó el Hotel Ritz con destino a "El Rincón" a primera hora del día.

Rozaban las cuatro de la tarde cuando, escoltada por tres hombres de seguridad y una acompañante desconocida, Tamara abandonaba la casa de su madre por última vez como soltera. Media hora más tarde, sin nadie de su familia en el coche, llegaba apenas unos minutos después que sus representantes al palacio.

Su actual marido llegó más de una hora después, sin afeitar, ligeramente descamisado y con el chaqué a medio poner. Aparecía en escena rodeado de sus testigos, con quienes había estado de despedida de soltero hasta las cinco de la tarde.

La ceremonia empezó 45 minutos tarde, como era de esperar. La única que acompañó a Tamara Falcó durante todo ese tiempo fue su suegra, Carolina Molas.

Todo estaba listo cuando Tamara, del brazo de su hermano, se dispuso rumbo al altar, ubicado en las caballerizas del palacio, con un vestido de inspiración medieval largo hasta el suelo, como marca la tradición en las bodas más clásicas.

A pesar de las altas temperaturas, también contaba con una manga francesa, una opción con la que la novia se siente especialmente cómoda. Tenía un detalle muy particular: un bordado de tres centímetros de ancho en tonos ocres y cobrizos que recorría los hombros y el escote, y que bajaba en línea recta hasta los pies a juego con la puesta de sol que los acompañó durante gran parte de la ceremonia religiosa.

Una vez sentados todos los invitados, y fuera de la carpa instalada para tal fin en el jardín norte de la finca, los novios hicieron su entrada estelar al ritmo de la música y con Tamara luciendo su segundo look: un diseño moderno compuesto por dos piezas en tono marfil.

Este vestido no era blanco. Estaba conformado por un cuerpo que en su espalda se asemejaba a un corsé y que por delante lucía una pieza que hacía las veces de lazo.

Los novios pusieron el broche de oro el domingo con un brunch en el Ritz al que asistieron menos invitados de los previstos y en el que pudieron comentar algunos de los cotilleos de la boda. Tamara Falcó lució entonces su cuarto vestido de novia: un diseño de Zimmermann de encaje color blanco valorado en algo más de 900 euros.

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