Cómo fue que Los Simpson casi arruinan la carrera de Arnold Schwarzenegger

Arnold Schwarzenegger es sin dudas uno de los grandes íconos del cine de acción mundial. Si bien es cierto es que tuvo una cintura lo suficientemente fuerte como para mostrar sus dotes diversos géneros del cine, la realidad indica que hubo una película que estuvo muy cerca de destrozar su carrera por completo: El último gran héroe. ¿El motivo? Una idea que se habría inspirado en algo que Los Simpson hicieron.

Para principios de los '90, Arnold Schwarzenegger estaba en el punto máximo de su carrera. Todo lo que tocaba se convertía en oro, ya habiendo protagonizado otros éxitos como Conan (1982 y 1984), las primeras dos de Terminator (1984 y 1991), El vengador del futuro (1990), Comando (1985), Depredador (1987), Red Sonja (1985) y más.

Fue entonces que, después de mostrar su versatilidad para atravesar diversos géneros de acción, desde Gemelos (1988) y Un detective en el kínder (1990), para 1993 le llegó una propuesta que seguía unos lineamientos similares.

Se trataba de El último gran héroe, el resultado de una película que fracasó tanto en la taquilla que casi acaba con su reputación y que marcó un antes y después, no sólo dentro de su carrera sino también en todo el género de acción.

Adam Leff, uno de los guionistas de la película, recordó hace unos años: “Si habías visto una película de acción en los 90, habías visto todas: se repetían constantemente los temas y elementos, sabías todo lo que iba pasar desde el inicio pero las disfrutábamos de todos modos”.

La historia trataba de un niño que había encontrado en las películas de acción una vía de escape de la realidad, sabiendo que en el verdadero plano estaba agobiado por la muerte de su padre y se sentía solo. Ahí entraba Arnold Schwarzenegger, como ese héroe de acción que en el mundo de fantasía era un bálsamo de alivio para el niño.

Pero lo particular es cómo los guionistas tomaron el método de Los Simpson para romper las reglas de un género muy clásico. “Los Simpson nos inspiraron. Pensamos: ‘Si este programa puede destruir géneros incluso cuando los abarca, ¿por qué no podemos hacerlo en acción en vivo?’”, agregó Leff.

Igual no hay que echarle la culpa al guión, porque lo cierto es que, al ser algo novedoso para la época, como Los Simpson que en su mejor momento a principios de los '90 tenían un humor irreverente y hoy -con el surgimiento de otras series similares y el cambio de paradigma- muchos pueden considerarlo más naif, la fórmula podría haber salido bien.

¿Entonces, cuál fue el problema de fondo? La increíble seguidilla de malas decisiones que hubo después, con cambios constantes en el guión y la clásica pelea de egos en Hollywood, terminó destruyendo las muy buenas intenciones del inicio para transformar el producto final en un fracaso. Terminó siendo un filme de lo más confuso.

Ni Arnold Schwarzenegger en su mejor momento pudo salvar el proyecto, y de hecho pocos entendían de qué iba la película. “Estaba tomando una copa con el director después de filmar hasta las tres de la mañana en Nueva York y me dijo: ‘Lo que realmente estamos haciendo aquí es E.T.’. Cuando escuché eso tuve la sensación de que estábamos haciendo dos películas distintas, a pesar de que teníamos un coprotagonista infantil en la película no quedaba claro para mí que era familiar”, resumió la estrella, como parte de lo incomprensible que era todo.

Si bien en esa fecha también se estrenó una joya del cine histórico como Jurassic Park, profundizando la crisis, El último gran héroe recibió críticas lapidarias y pésimos comentarios de la audiencia. Los estudios perdieron cerca de 25 millones de dólares en el proyecto, siendo considerado el gran fracaso de la década.

Arnold Schwarzenegger sobrevivió a la ola, está claro, y de hecho luego llegaron otros éxitos dentro de su repertorio. Ejemplos como Mentiras verdaderas, El sexto día y más podrían mencionarse tranquilamente, aunque está claro que aquel fracaso de 1993 no se lo olvidará jamás.