La tragedia de Kelly Preston, el gran amor de John Travolta
Kelly Preston fue la esposa de John Travolta durante treinta años, siendo el gran amor de su vida. Sin embargo, la tragedia y la Cienciología fueron determinantes en su historia.
La historia de amor entre John Travolta y Kelly Preston ha dejado una huella imborrable en el corazón del Hollywood, siendo una de las más recordadas del mundo. Conformaron una de las parejas más reconocidas del mundo del espectáculo por 30 años, formando una familia en ese tiempo. Sin embargo, la tragedia terminó llegando a sus vidas.
John Travolta conoció a Kelly Preston en 1987 en el set del filme Los expertos, comedia romántica que se estrenó en enero 1989. En aquel entonces eran jóvenes actores en ascenso, la chispa entre ellos fue evidente y su conexión trascendió la pantalla.

Para ese entonces la actriz ya había estado casada con el actor Kevin Gage, con quien no era tan feliz. Después se separó de él y vino un breve romance con George Clooney y una propuesta de matrimonio de Charlie Sheen.
Pero fue John Travolta quien terminó de conquistarla por completo. El actor venía de un durísimo golpe, la muerte de su otro gran amor, Diana Hyland, mientras filmaba Fiebre de sábado por la noche. Y si bien encontró refugio en la Cienciología, Kelly Preston hizo que recupere su sonrisa.
Él siempre dijo que fue amor a primera vista, así que en el Año Nuevo de 1991 se hincó frente a ella en un restaurante y sacó un anillo con diamantes para proponerle matrimonio. Se casaron ese año y comenzaron a formar una familia, sin saber que la vida tenía preparados otros golpes.
En 1992 nació Jett, el primer hijo de la pareja. Desde chico fue diagnosticado con autismo y la enfermedad de Kawasaki, que lo exponía a frecuentes convulsiones. En unas vacaciones de 2009 en Bahamas, para la época de Navidad, el joven murió a sus 16 años y fue un cimbronazo para la familia.

Al año y medio de la tragedia nació Benjamin (2010), el tercer hijo de la pareja recordando que ellos ya tenían a Ella Blue (2000). Los hijos, y la Cienciología -dicho por ellos mismos-, salvaron que todos caigan dentro de ese fuerte pozo.
Siempre se dijo que John Travolta dudaba sobre seguir en la Cienciología; su mujer, en cambio, fue una devota fiel hasta sus últimos días. Por eso aún hay versiones que sostienen que no se trató el cáncer de mama por el que terminó muriendo el 12 de julio de 2020.
Para esta creencia, las enfermedades son sólo psicosomáticas y se resuelven con auditorías donde los devotos se confiesan ante un detector de mentiras, nada de quimioterapia o rayos. La actriz habría accedido a la medicina tradicional demasiado tarde, y muchos aseguran que John Travolta se alejó de este culto por ello.
Y si bien en anteriores oportunidades los actores se habían mostrado devotos a la Cienciología abiertamente, en el comunicado que hizo el actor para comunicar el fallecimiento de Kelly Preston nunca mencionó a dicho culto. Lo que muchos tomaron como una señal de su alejamiento definitivo.

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