El peor día en la vida de Jennifer Lawrence: qué le pasó

Además de ser una de las figuras más importantes del mundo Hollywood, Jennifer Lawrence es conocida por su franqueza y sinceridad en sus declaraciones, compartió un episodio que calificó como “el día más molesto de su vida” durante el rodaje de la película Don’t look up.

En Don’t look up (en Latinoamérica se tradujo como No mires arriba), Jennifer Lawrence comparte elenco con otras grandes estrellas como Leonardo DiCaprio, Meryl Streep, Cate Blanchett, Jonah Hill, Mark Rylance y Timothée Chalamet.

La actriz no tiene problemas en comentar diferentes anécdotas embarazosas y experiencias singulares que ha tenido durante estos años trabajando en cine. Sin embargo, en una oportunidad se centró en este inusual y particular día en el que su paciencia fue puesta a prueba.

El contexto tiene a otros dos protagonistas del set como Timothée Chalamet y Leonardo DiCaprio, que, si bien añadieron un alto nivel de profesionalismo al proyecto, también inyectaron una buena dosis de energía.

Según Jennifer Lawrence, su colega de 27 años estaba muy emocionado por volver a grabar después de la cuarentena obligatoria que hizo tras dar positivo de COVID-19. “Timothée estaba emocionado de estar fuera de casa, creo que era su primera escena”, reveló.

Por su parte, Leonardo DiCaprio, otro de los protagonistas del filme, ayudó a ese entusiasmo de una manera peculiar. La intérprete detalló: “Leo había elegido la canción que sonaba en el coche y dijo: sabes, esta canción trata sobre bla, bla, bla”.

Estas situaciones hicieron que Jennifer Lawrence recuerde estar “en la absoluta miseria ese día”. Si bien ese momento entre las estrellas fue un tanto agobiante y tenso, la actriz aclaró de todas formas que sus dos compañeros de reparto siempre fueron muy amables.

Timothée Chalamet también dio su versión sobre lo sucedido ese día. Explicó que estuvo un largo tiempo en Boston filmando una película, para luego someterse a una cuarentena de 14 días. Admitió haber estado muy exultante de energía, la cual Jennifer Lawrence encontró desesperante.