Meryl Streep y Don Gummer, una historia de amor que nació de una mudanza

El día después de recibir el prestigioso premio Princesa de Asturias, una noticia impactante sobre Meryl Streep y la historia de amor con su esposo, Don Gummer, sacudió a los medios. El reconocido sitio Page Six informó que la pareja llevaba seis años viviendo separada, situación que fue confirmada por los protagonistas horas después, a través de un comunicado.

La historia de Don Gummer suele quedar en un segundo plano debido a la brillante carrera de Meryl Streep. Sin embargo, el destacado escultor se formó en instituciones de renombre. Su obra ha sido ampliamente reconocida, y la revista Art in America lo considera dentro del movimiento constructivista, con un toque personal adaptado a la época.

Y lo cierto es que esta historia de amor ha sido de apoyo mutuo. La actriz ha elogiado la dedicación de su esposo para cuidar a sus cuatro hijos, lo que le permitió centrarse en su carrera sin sentirse culpable, complementándose a la perfección con sus profesiones.

La historia de amor comenzó después de una etapa difícil para Meryl Streep, tras perder a su gran amor -el también actor John Cazale, quien falleció de cáncer de pulmón en 1978- y sumergiéndose en una profunda tristeza tras dicha pérdida.

Él llegó a su vida cuando le ofreció su ayuda para mudarse tras la muerte de Cazale. Le permitió quedarse en su casa mientras él viajaba a Pakistán y, aunque en un principio se cartearon, se volvieron a reunir cuando él regresó a Nueva York. En 1978, la pareja se casó en el jardín de la casa de los padres de la actriz.

La relación floreció en un momento crucial en la carrera de Meryl Streep. Juntos asistieron al estreno en Nueva York de la película Kramer vs. Kramer, la cual le permitió a la actriz ganar su primer Oscar como mejor actriz de reparto en 1980.

En ese momento la pareja ya se había convertido en padres de Henry (1979), pero con los años la familia se extendió aún más. Llegaron sus otros hijos, Mamie (1983), Grace (1983) y Louisa (1991). Luego llegaron también los nietos.

Meryl Streep y su marido se mudaron a Salisbury, en Connecticut, en 1985. En una nota de 2019 la actriz aseguró que los 25 años que vivió allí fueron los más felices de su vida. Cuando su hija menor se emancipó la pareja regresó a Nueva York y se establecieron en Tribeca.

A pesar de los desafíos en su camino, la relación de Meryl Streep y Don Gummer se mantuvo fuerte durante décadas. La última aparición que tuvieron juntos se remonta a la ceremonia de los Oscar en marzo de 2018, algo que, según las fechas, ya los tendría separados en aquel entonces. Y es que, sin dudas, la noticia de su ruptura sorprendió a todos.