Cómo era la polémica vida de Micheal Douglas antes de conocer a Catherine Zeta-Jones
Algunos galanes de Hollywood, los que hoy peinan canas, han tenido un gran prontuario de excesos en lo que refiere a los placeres carnales. En algunos, eso se corta y sientan cabeza, formando una familia, como es el caso de Micheal Douglas quien tenía una polémica vida antes de conocer a Catherine Zeta-Jones.
El actor estadounidense, que recientemente cumplió 79 años, ha transitado una carrera de 47 años, en la que formó parte de grandes proyectos cinematográficos mostrando una versatilidad que le permitió encandilar a los espectadores sabiendo utilizar sus atributos físicos y su talento en la interpretación.
Esas cualidades también le permitieron incurrir en otras tierras que no son tan gráciles, a pesar de ser tan tentadoras. Es que los primeros años de carrera para Michael lo llevaron por varios países, algo parecido a los viajes que hacía con su flamante esposa, Diandra Luker, hasta que nació su primer hijo.
Si bien la pareja dejó de ir de safari, Douglas sí tuvo otras aventuras mientras trabajaba fuera de casa. Ya establecido como un actor estrella, se manejaba como un rock star. Salidas con alcohol en exceso, la experimentación y recurrencia del consumo drogas fueron su método de divertimento, y es obvio que con esos dos elementos, hay un tercero que también entra en la ecuación.
Ya sean sus compañeras de elenco o con encuentros casuales, el sexo también era moneda corriente en su divertimento, cometiendo infidelidades que, a medida que pasaron los años, se volvieron más recurrentes. Tanto que llegó a reconocerse adicto y hasta ingresó a una clínica de rehabilitación.
Entre las décadas de 1980 y 1990, Michael trabajó en películas con parteneres con las que llevaron a la intimidad aquella tensión que quisieron imprimir en la pantalla, como Glenn Close en Atracción fatal y Sharon Stone en Bajos instintos. Llegó a reconocer que esa adicción al sexo repercutía en su vida privada, así como también que el ser infiel y adicto era algo que aprendió de su padre.

Sin embargo, todo cambió al acercarse el nuevo milenio, porque en el Festival de Cine Americano de Deauville, celebrado en 1996, conoció a Catherine Zeta-Jones, quien presentaba La máscara del Zorro. Antonio Banderas se encargó de presentar a su coprotagonista con Douglas, quien quedó enganchado a primera vista.
Esa misma noche le dijo a la joven de, por entonces, 31 años que él sería el padre de sus hijos, y a pesar del espanto que ella sintió por conocer su prontuario como por el complicadísimo divorcio por el que estaba atravesando, cumplió con su palabra. Hoy viven como una familia feliz junto a Dylan (23) y Carys (20).
