Así fue que José José vivió en las calles por culpa de sus adicciones

El pasado 28 de setiembre de 2022 se cumplieron tres años del fallecimiento de José José, quien fue uno de los máximos exponentes de la música en México, con grades éxitos que decoraron su brillante carrera. Sin embargo, su vida no fue fácil. Debido a las adicciones que tenía tuvo que afrontar situaciones extremas, al punto de llegar a vivir en las calles.

José Rómulo Sosa Ortiz, verdadero nombre del artista, falleció por complicaciones derivadas del cáncer de páncreas en un hospital de Florida, Estados Unidos. Sin lugar a dudas, el mundo del espectáculo latino se vistió de luto, pero su legado quedó marcado en las canciones que dejó inmortalizadas.  

Así fue como José José vivió en la calle

Rodeado del éxito y la fama, José José tuvo varias adicciones. La principal de ellas era el alcohol, pero también llegó a consumir cocaína, que según las propias palabras de “El Príncipe de la Canción”, lo ayudaba a mantener se sobrio durante sus shows, ya que esta droga contrarrestaba los efectos embriagantes de la bebida.

"Inhalaba cocaína para estar sobrio y salir a cantar, porque la cocaína rebaja la borrachera”, confesó en la entrevista realizada en el 2015 a la periodista Lorena Corpues para el medio “El Norte”. En el momento de estas declaraciones, José José ya llevaba 22 años sobrio gracias a la ayuda de su última esposa Sara Salazar.

Asimismo, José José admitió que perdió el control a tal punto que llegó a vivir en la calle junto a otros indigentes que se refugiaban en un taxi abandonado en el pueblo de Tulyehulco, Ciudad de México. El intérprete aseguró que esa era la forma de terminar con su vida lentamente, pero segura. "A diario, el suicidio lento, pero seguro. ¿Me entendió? Con esas cantidades de alcohol y de droga pues nos estábamos matando. Yo acabé viviendo en un taxi con otros cuatro adictos en Tulyehualco”, confesó el cantante. 

José José comenzó con el consumo de alcohol cuando tenía 15 años de edad, pero a principios de los 70’ su situación se agravó producto de la depresión en la que cayó. Es así que durante 20 años luchó contra su adicción asistiendo a programas de Alcohólicos Anónimos, pero al divorciarse de su esposa Anel en 1991, volvió a recaer.

“El señor del Darío de León, Ricardo Rocha y Tina Galindo, nos enteramos, lo pescan, lo meten al avión y se lo llevan a Minnesota, y lo internan. Después de un mes sale, ya del brazo de Sarita (su última esposa). Gracias a Dios, tocó fondo y gracias a Dios pudo salir y dejar las adicciones, aunque esto le afectó a su voz y gravemente a su salud", contó su hijo José Joel, sobre la rehabilitación de “El Príncipe de la Canción”.