La venganza que Jonah Hill organizó contra Leonardo DiCaprio

Jonah Hill demostró ser uno de los hombres más talentosos detrás de aquel personaje cómico de películas como Súper Cool o Virgen a los 40. Gracias a la decisión que tomó a la hora de elegir hacia donde quería perfilar su carrera actor fue nominado dos veces al Óscar, una por su papel en El juego de la fortuna, donde trabajó junto con Brad Pitt.

Pero sin lugar a dudas, uno de sus trabajos más recordados, y que le valió su segunda nominación, es el de El lobo de Wall Street, película protagonizada por Leonardo DiCaprio. “Todos los actores están encasillados, pero traté de cambiar el casillero en el que estaba porque no quería quedarme atrapado allí”, fueron sus palabras con The Guardian sobre su decisión de cambiar el concepto que el público tenía de él.

Sin embargo el camino de Jonah Hill para llegar a ese punto está repleto de datos sorprendentes. Uno de ellos es que gracias al hijo de Dustin Hoffman se convirtió en actor. Eran compañeros de colegio en Santa Mónica y el joven quedó sorprendido cuando vio al actor haciendo bromas por teléfono y haciéndose pasar por el asistente de Tobey Maguire. Impresionado, el hijo de la estrella de cine le consiguió una audición y así consiguió su papel en la cinta Extrañas coincidencias.

Pero su gran oportunidad llegó en 2013, cuando fue convocado para trabajar en la nueva producción de Martin Scorsese, un verdadero sueño para él. Por ese motivo aceptó el sueldo mínimo de 60 mil dólares para ponerse en la piel de Donnie Azoff, el socio y mejor amigo de Jordan Belfort, papel que daría vida Leonardo DiCaprio en El lobo de Wall Street.

“Hubiera vendido mi casa y le hubiera dado a Scorsese todo mi dinero por trabajar con él. Habría hecho cualquier cosa en el mundo. Y lo volvería a hacer sin pensarlo”, dijo Jonah Hill al respecto sobre aquel momento. Pero la mejor parte de su trabajo en la cinta fue la anécdota que le quedó con su compañero de elenco.

En aquella producción el actor tuvo que rodar varias escenas de pelea y golpes con Leonardo DiCaprio, y sobre eso aseguró que la estrella de Titanic “básicamente me golpeó hasta más no poder” durante los meses que duró el rodaje. Eso lo llevó a preparar una divertida venganza por aquel trato.

En una de las últimas escenas de la película, los dos personajes comen sushi. Según el libreto, Jonah Hill era quien tomaba la última pieza pero decidió salirse del guion, improvisar y cederle a DiCaprio ese último bocado. Cada vez que se escuchaba la palabra “acción” hacía realizaba la misma acción. Al final del día, el rubio terminó vomitando luego de haberse comido 70 piezas de pescado crudo.