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Cuál es el número que nunca pronunciaba Rafaella Carrà y por qué

La artista italiana se refirió muchas veces a sus particulares fobias y manías.
RAFAELLA CARRÀ TENÍA ALGUNAS FOBIAS. ENTRE ELLAS NO PRONUNCIABA UN PARTICULAR NÚMERO.
RAFAELLA CARRÀ TENÍA ALGUNAS FOBIAS. ENTRE ELLAS NO PRONUNCIABA UN PARTICULAR NÚMERO.

Esta semana se cumplió un año de la muerte de Rafaella Carrà, una de las divas italianas que más historia hizo en el mundo entero. Su talento forjaron su destino y la hicieron una de las cantantes, bailarinas, coreógrafas, presentadoras de televisión y actrices más importante de todos los tiempos.

Comenzó su carrera como actriz cuando era tan solo una niña, mientras tanto estudiaba en la Academia Nacional de Danza. Pero a los 17 años se consagró al conseguir su primer gran papel en una película, La larga noche del 1943, tres años después ya estaba trabajando junto a Marcello Mastroianni en Los camaradas.

Rafaella Carrà.

Todo conocedor de Rafaella Carrà sabe que al poco tiempo se traslado a los Estados Unidos y trabajó con Frank Sinatra en El coronel Von Ryan, un lujo que no cualquiera se podía dar. Hasta dicen que él la quiso conquistar y ella lo rechazó. Con respecto a eso, ella reveló el motivo: “Era amable conmigo, pero no con los demás”.

Pero con el tiempo, la italiana se empezó a dar cuenta que el mundo de cine y de Hollywood no era lo suyo. Empezó a notar que el ambiente se volvía un tanto denso y que ella no se sentía identificada con eso: “A las cinco de la tarde cerraban los estudios y todos se alcoholizaban. Me sentía una marciana, muy incómoda… Ni bebo ni me drogo, por eso Hollywood no era para mí”.

Cuando se le presentó la oportunidad de mostrar hacia donde quería llevar su carrera lo hizo. Fue al programa de Nino Ferrer en Italia y cantó una canción alegre, muy pegadiza y acompañada por una coreografía como similar a las de un challenge de la actualidad. Eso logró que todos se levantaran de su asiento, se pusieran a bailar, y entendieran que estaban frente a una verdadera artista con todo el potencial para la música.

Desde entonces su carrera no paró. Pero así como todo artista, Raffaela Carrà tenía sus manías. Una de ellas eran sus fobias, como por ejemplo el detestar el color violeta, por lo que nadie en presencia de ella podía vestir de ese color. Pero lo más sorprendente es que odiaba al número 17.

Rafaella Carrà poco tiempo antes de morir.

La artista lo asociaba a la desgracia, como en la quiniela, y por eso no lo podía nombrar, dejando en evidencia que creía mucho en las supersticiones. Por ese motivo decidió llamarlo 16 bis. Esto lo hizo público en reiteradas ocasiones y todos a su alrededor ya sabían por qué lo tenían que reemplazar.