Mejor que nunca: así luce Orlando Bloom a sus 45 años

La mayoría de las veces creemos que la edad es impedimento para realizar cierto tipo de actividades y, lo cierto, es que el único impedimento que existe es nuestra propia cabeza. Siempre somos nosotros mismos diciéndonos que ‘no’ cuando sólo es cuestión de animarse a probar. Sino tenemos de ejemplo al actor inglés Orlando Bloom, quien debajo de su tímida sonrisa, sus outfits discretos y sus 45 años de edad esconde un cuerpo muy bien trabajado que no aparenta ni de cerca la edad que tiene.

Y aunque en las alfombras rojas demuestre que es uno de los actores mejor vestidos de Hollywood, sabemos que al intérprete de Legolas en la saga de El señor de los anillos no tiene problema alguno en mostrar el envidiable y atlético físico que las horas en el gimnasio le han dado a una edad en la que, quizás, resulta un poco más complicado mantenerse en forma.

El hecho de que para Orlando Bloom sea muy común mostrarse sin camisa (y en ocasiones haya sido captado completamente desnudo) va más allá de una cuestión de vanidad, pues el actor es la prueba viviente de que dedicar tiempo a la actividad física, en combinación con buenos hábitos alimenticios, son todo lo que se necesita para lucir una figura atlética. Y más allá de la mencionada vanidad o de las exigencias que implica su profesión, el novio de Katy Perry le debe prácticamente la vida al ejercicio, ya que como explicó en una reciente publicación en su cuenta de Instagram, a los 19 años se rompió la espalda y los pronósticos de ese momento eran que no volvería a caminar.

Ahora, con 45 años de edad, Orlando se da el lujo de presumir la cicatriz que le dejó una caída desde tres pisos de altura que le destruyó las vértebras y que fue resultado de una época en la que el actor era un temerario que manejaba autos y motocicletas a altas velocidades, era un gran aficionado a la bicicleta y, por lo visto, no le tenía miedo a las alturas ni a los riesgos de tratar de alcanzar los techos escalando paredes.

"Me rompí la espalda cuando tenía 19 años y dijeron que nunca volvería a caminar", escribió el actor de Piratas del Caribe junto a un carrusel de videos publicado en su cuenta de Instagram, en la que se le ve entrenar los músculos del torso sin camisa en un gimnasio.

Mientras realiza una rutina que incluye ejercicios para brazos, abdomen y espalda, Orlando Bloom dejó al descubierto la cicatriz de la intervención quirúrgica a la que fue sometido en 1998 tras la aparatosa caída que pudo haberlo dejado inmovilizado de por vida. Sin embargo, de acuerdo con una entrevista que dio a GQ en 2005, después de pasar algunas semanas en el hospital, salió por su propio pie y retomó la bicicleta sin ningún miedo.

"Cuando experimentas el tipo de dolor físico por el que pasé, te das cuenta de que no eres un dios, que hay límites para lo que puedes hacer. Te mantiene real. Puedo caminar. Puedo disfrutar de un baño en el mar y de un hermoso día y estuve muy cerca de no tener eso", comentó en aquella ocasión a la revista.

Ahora que es un hombre de 45 años y que es padre de Daisy Dove Bloom, la hija que procreó con Katy Perry y quien nació en agosto de 2020, y de Flynn Christopher Bloom, el hijo que tuvo con su ex pareja, la modelo Miranda Kerr, Orlando es consciente de que tiene muchas razones para sentirse agradecido y para seguir manteniendo el físico envidiable y saludable que posee.