El Lobo ya no mete miedo: el gran problema de un equipo que sigue dejando pasar oportunidades
Gimnasia apenas empató con el peor equipo de la categoría, de local. ¿Cuál es el principal problema del equipo de Medrán, que domina, pero no lastima?

El Lobo apenas empató de local ante Talleres de Remedios de Escalada.
Prensa Gimnasia y EsgrimaGimnasia y Esgrima ganó uno de los últimos cinco partidos que disputó por la Primera Nacional. Empató los otros cuatro, es verdad. Pero intentar ver el vaso medio lleno en este contexto no corresponde para un equipo que busca ser protagonista y que se armó para pelear el ascenso. Por ello, Ezequiel Medrán y sus dirigidos tendrán que encender las alarmas y retomar el rumbo con urgencia.
Este domingo, la igualdad fue con el peor equipo de la categoría, un Talleres de Remedios de Escalada que ganó por última vez el 1 de marzo, que venía de cinco derrotas consecutivas y que sólo ganó un partido de 19 disputados en el año. Un equipo muy pobre que se fue de Mendoza con demasiado premio, que por momentos puso en aprietos a Gimnasia, que empezó ganando y que sufrió el 1 a 1 con un dudoso penal sobre Ferreyra.
Te Podría Interesar
En conclusión, el 1 a 1 es prácticamente una derrota. El Lobo dejó dos puntos en el camino que puede lamentarlos luego. Y lo peor, no encuentra respuestas para los problemas que viene acarreando hace varias fechas, aún cuando ha conseguidos quedarse con los tres puntos.
¿Qué le está pasando al Lobo?
Gimnasia no lastima. Gimnasia genera poco. Gimnasia tiene serios problemas en la toma de decisiones en los metros finales. Da la sensación de que es este el gran problema de un equipo que no tiene mayores problemas defensivos, que domina los partidos, pero que no logra ni siquiera generar muchas chances de peligro en el área rival. El equipo de Medrán tiene 9 goles en los últimos 10 partidos. Poco.
Ante Talleres, este domingo, se volvió a observar a un conjunto que, de la mano de Nacho Antonio, de Matías Muñoz y de Facundo Lencioni, con Saavedra que pasa con criterio al ataque, maneja los partidos. Un equipo que tiene a un 9 como Ferreyra, que pelea todas, y que en defensa sufre poco y nada. Pero también, a un equipo que no transforma dominio y posesión en situaciones. Que en los últimos metros no sabe qué hacer con la pelota. Que toma malas decisiones cuando el arco rival está cerca. Y, cuando la decisión parece ser la acertada, la ejecución es mala.
Es allí donde tiene que apuntar Medrán para que su equipo se recupere. Para que vuelva a ser el de fechas anteriores. Para volver a meter miedo.
La jerarquía individual está, o eso parece, por lo demostrado en partidos anteriores. Entonces, el Lobo tendrá que trabajar en la ansiedad, para que cada futbolista de ataque se tome esa milésima de segundo más para pensar cuál es el mejor decisión, qué debe hacer con esa pelota que hoy, parece quemar.
Queda mucho por delante y ningún rival se escapa en la cima de las posiciones. Pero cada vez más se suman a la pelea. Por eso, no hay tiempo que perder.