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Consecuencias de la vida sexual agitada de las estrellas de la NBA

La agitada vida sexual de algunos jugadores les ha causado numerosos problemas.

MDZ Deportes
MDZ Deportes jueves, 4 de junio de 2020 · 14:53 hs
Consecuencias de la vida sexual agitada de las estrellas de la NBA
Scottie Pippen.

Desde 1986, los novatos que llegan a la NBA están obligados a hacer el Rookie Transition Program, unas convivencias de cuatro días para conocer su nueva realidad. La de la pista, que es compleja, y la de fuera, que lo es todavía más. Les hablan de baloncesto, pero también de qué hacer con el dinero que van a ganar y dónde invertirlo, de las distintas leyes en los estados, de comportamiento fuera de las canchas y de sexo, un asunto fundamental que no todos tienen claro. A la mayoría de los europeos, que aterrizan con un alto grado de madurez, les resulta increíble escuchar algunas de esas cosas, pero parece muy necesario visto el comportamiento de otros jugadores.

Uno de los asuntos estrella de esos cursos es el de la salud sexual, las relaciones íntimas, los medios anticonceptivos y las consecuencias de no utilizarlos. La historia de la NBA está plagada de casos de jugadores que tuvieron descendencia con varias mujeres, se vieron en demandas por paternidad, tuvieron que pagar las manutenciones de sus hijos y terminaron arruinados por ello. "Podría haber más niños fuera del matrimonio que jugadores en la NBA", dijo a finales de los 90 un reputado representante, que aseguraba pasar más tiempo lidiando con reclamaciones de paternidad que negociando contratos. Eran otros tiempos. Han pasado, pero quedan excepciones.

Un ejemplo significativo de vida sexual dispersa fue la de Jason Caffey. Este alero, que ganó dos anillos junto a los Bulls de Michael Jordan en 1996 y 1997, tuvo 10 hijos con ocho mujeres distintas en tan sólo nueve años. Entre abogados y demandas por paternidad, en 2007 se declaró en bancarrota al no poder hacer frente a los pagos para mantener a su descendencia. Lo mismo le ocurrió a Larry Johnson, pese a que en 1993 firmó el por entonces contrato más lucrativo en la historia de la NBA: 84 millones de dólares por 12 años con los Hornets. En 2015, el ala-pívot, uno de los jugadores a los que los alienígenas robaron los poderes en la película Space Jam, dijo que le era imposible pagar la manutención de sus cinco hijos de cuatro parejas diferentes.

Kenny Anderson, un incisivo base zurdo que brilló en los Nets antes de pasar por otros siete equipos de la NBA y el Zalgiris Kaunas, también aseguró estar arruinado en 2005 tras acumular salarios por 63 millones de dólares durante su carrera. Tenía ocho retoños de cinco mujeres distintas. Su primera hija nació cuando él aún estudiaba en la Universidad de Georgia Tech. Su infancia ya había sido complicada: no conoció a su padre hasta cumplidos los 30 años y reconoció haber sufrido abusos sexuales de una persona de su vecindario y de un entrenador.

Son tres casos de jugadores que, además de mostrarse demasiado promiscuos, desconocían las leyes. En algunos estados, la manutención es el 20 por ciento de los ingresos del padre hasta que el hijo cumple 18 años, aunque puede ser mayor o menor dependiendo del tiempo que pasan juntos y de si la madre tiene un salario. Sin embargo, algunos jueces optan por fijar un dinero al mes, independientemente de los ingresos del padre. Eso le vino bien a Gary Payton, que pagaba una pensión fija a su hijo Gary Payton Jr. (también hay un Gary Payton II) y a su madre desde 1992. Cuando cuatro años después firmó un nuevo contrato por 87,5 millones de dólares, habría tenido que pagar casi 210.000 dólares al mes.

Payton y Kemp.

La paternidad llevada al extremo y sin ningún control afecta también al rendimiento de los jugadores. De sus nueve primeras temporadas en la NBA, Kenny Anderson sólo bajó de los 10 puntos de media en su año de novato. En las cinco posteriores nunca llegó a la decena de promedio. Algo similar pero en un solo curso le ocurrió a Shawn Kemp, el extraordinario matador de los Sonics, al que a los 28 años se le calculaban siete hijos de seis relaciones diferentes. Finalizada su carrera, se hablaba de 11 y nueve, respectivamente. En mitad de una temporada, las prestaciones de Kemp bajaron de manera brutal. Parecía otro jugador después del parón por el All Star. Se llegó a decir que tenía problemas con el alcohol, pero en la franquicia de Seattle aseguraban que detrás de todo estaban las obligaciones provocadas por la paternidad y la manutención de los hijos, con los que, al contrario que otros jugadores, tiene contacto y buena relación.

Fuera de concurso está Calvin Murphy, base de 1,75 metros que es el jugador más bajo que ha ingresado en el Hall of Fame. Pasó toda su carrera en los Rockets, primero en San Diego y luego en Houston, donde es comentarista de la franquicia. Tuvo 14 hijos con nueve mujeres. En 2004, fue acusado de abuso sexual por parte de una de sus hijas. Finalmente resultó absuelto. "Aquello fue fruto del resentimiento y por intereses económicos", dijo entonces el exjugador.

También pasó por los juzgados Karl Malone, que dejó embarazada a una joven de 13 años cuando él tenía 20 y además se negó a reconocer al fruto de aquel delito. Por suerte para su brillante carrera, no hubo denuncia, aunque sí una prueba de paternidad que evidenció que aquel niño era suyo. Llegó a un acuerdo con la familia de la madre para pagarle una cantidad de dinero que nunca se conoció. Le pasó igual con dos gemelas que tuvo con otra mujer. El exjugador de los Jazz suma siete hijos con tres parejas diferentes. Son los mismos que tiene Scottie Pippen, pero nacidos de una relación más.

En la NBA más reciente, no hay tantos casos así o al menos no trascienden. Juwan Howard, retirado en 2013 y ahora entrenador universitario, tiene seis hijos con cuatro mujeres. Su infancia ya fue complicada: su madre le tuvo a él con 17 años y, según se publicó en el libro 'Fab Five' sobre el histórico quinteto de la Universidad de Michigan, Howard pasó su primera semana de vida en un cajón, pues no quería hacerse cargo de él. Terminó criándose con su abuela y no tiene relación con sus progenitores.

Entre los jugadores en activo, Dwight Howard tiene cinco hijos de cinco mujeres distintas, aunque jamás se ha casado. No concuerda con su fama de hombre profundamente religioso. Varias paternidades han sido reconocidas sólo después de someterse a pruebas de ADN. Sin embargo, parece cumplir con sus obligaciones: durante la pandemia de COVID-19, todos sus hijos han estado junto a él en su rancho del norte de Georgia. Recientemente, mostraba su preocupación ante la muerte de una de las madres de sus hijos y su incapacidad para afrontar una charla sobre el asunto con el crío de seis años. Nadie te prepara para algo así, pero en el Rookie Transition Program sí explican cómo llevar una vida sexual saludable sin necesidad de dejar una prole repartida por Estados Unidos.