Cambio climático: cuando la Luna sea una huerta
Cultivar lechugas, papas o cualquier otro vegetal será uno de las principales desafíos para el 2050, cuando, según proyecciones habrá 10 mil millones de personas por alimentar.
Lo que se veía solo en películas de ciencia ficción ahora se plantea como una necesidad debido al cambio climático. Plantar vegetales fuera de la Tierra será una urgencia cuando los terrenos destinados para la agricultura no den a basto. Así lo indica un interesante informe difundido en Chile por Futuro 360, los mismos que hicieron un seguimiento palmo a palmo del prestigioso Congreso Futuro.
Es por eso que cultivar lechugas, papas o cualquier otro vegetal será uno de las principales desafíos para el 2050, cuando, según proyecciones habrá 10 mil millones de personas por alimentar.
Cifra que es un 33% superior a la cantidad que alberga nuestro planeta hoy, eso si aún logramos tener las condiciones climáticas favorables para la agricultura, lo que el calentamiento global ya está afectando.
Y esta posibilidad de buscar posibilidades fuera de nuestra atmósfera se ve algo más real gracias a la sonda China Chang’e 4, la que mostró la cara oculta de la luna, pero también permitió otro avance, por primera vez en este satélite crecía una planta.
Así lo comentó Xie Gengxin, Coordinador sonda Chang’e: “Aunque es solo una carga biológica, ha sentado las bases y el soporte tecnológico para nuestro próximo paso: construir una base lunar para la vida“.
Pese a que fue una gran hazaña, finalmente esta planta murió debido a las condiciones desfavorables de atmósfera.
Pero no es el único antecedente. Ya en 1982 cosmonautas rusos también habían logrado que crezca una planta a bordo de la estación espacial. Y hace tan solo tres años, en 2015, astronautas estadounidense a bordo de la ISS consumían su propia lechuga cultivada.
La importancia de esto la explica César Fuentes, astrónomo de la Universidad de Chile: “El hecho que tengamos estaciones interespaciales orbitando la tierra simplemente existe porque está la capacidad para enviar los elementos que necesitan los humanos para subsistir desde la tierra”.
Pero otra respuesta es la que entrega Armando Azua Bustos, investigador de la Universidad Autónoma que ha colaborado con la NASA y la Estación Espacial Internacional para modificar genéticamente plantas: Primero para llevarlas a la Luna y, luego, instalarlas en Marte.
“Acabamos de enviar una propuesta que ya pasó una etapa importante de selección que va a estar en la misión que va a enviar al hombre de regreso a la luna eso si todo va bién tendrá lugar en el año 2021 o 2022“, adelantó.
Pese a que la tecnología aún no da respuestas 100% concluyentes para los cultivos fuera de nuestro planeta, es una idea que debe empezar a acelerarse, ya que será una pieza clave si queremos pensar en alternativas de vida fuera del planeta.