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El poeta Joan Margarit ganó el Premio Cervantes 2019

El escritor catalán de 81 años es un arquitecto y poeta que depura laboriosamente sus escritos antes de publicarlos y se caracteriza por su pragmatismo literario, convencido de que la poesía "debe vivir de la realidad porque sin ésta el hombre se encuentra a la intemperie"

viernes, 15 de noviembre de 2019 · 09:56 hs

El catalán Joan Margarit, que a los 81 años acaba de ganar el Premio Cervantes 2019, es un arquitecto y poeta que depura laboriosamente sus escritos antes de publicarlos y se caracteriza por su pragmatismo literario, convencido de que la poesía "debe vivir de la realidad porque sin ésta el hombre se encuentra a la intemperie".

Poeta catalán bilingüe, Margarit empezó escribiendo en castellano pero a partir de 1981 comenzó a publicar solo en catalán ( “la única lengua o una de las pocas lenguas cultas sin Estado", según definió recientemente), aunque desde fines de los 90 hasta hoy transita en simultáneo ambas lenguas.

El escritor se dio a conocer en España en 1963 con el libro Crónica y a lo largo de su carrera ha compaginado su labor de poeta con la de catedrático de Cálculo en la Universidad Politécnica de Cataluña.

Arquitecto de profesión, es uno de los poetas en lengua catalana más leídos con una treintena de libros publicados desde finales de la década de 1970 entre los que se cuentan Estación de Francia (1999), Joana (2002), Cálculo de estructuras (2005), Casa de misericordia o No estaba lejos, no era difícil (2011), y de ensayos como Nuevas cartas a un joven poeta (2009), Un mal poema ensucia el mundo (2016) y Para tener casa hay que ganar la guerra, un título autobiográfico.

Margarit tiene en su haber galardones como Premio Nacional de Poesía (2008), el Premio Nacional de Literatura de la Generalitat de Catalunya (2008) o el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda y hace apenas siete meses recibió el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el más importante galardón de poesía en español y portugués.

"Que hayan premiado la poesía es un milagro. No me lo esperaba ni por asomo -señaló el autor en declaraciones al canal RTVE desde Barcelona-. Con 80 años las cosas se ven de otra manera".

Definido como poeta de la concisión y "gran desmitificador del exceso y pretenciosidad de las tendencias poéticas al uso desde un firme, aunque liberador, compromiso con la realidad", su obra se completa con obras como Misteriosamente feliz (2009); Intemperie. Antología (2010); No estaba lejos, no era difícil (2011); Se pierde la señal (2013); Amar es dónde (2015) o Un asombroso invierno (2018).

Para Margarit, la belleza es la “antesala de la verdad”, una afirmación que se vuelve certeza al leer sus poemas, esos que se convierten en “herramientas” minuciosas y exactas para entrar en la retina y clavarse en el corazón para hacer una cura ante el caos del día a día.

El vate suele destacar que la poesía no es la hermana pobre de la literatura, y ha dicho que la poesía no es tan fácil como la prosa. "Seguramente la poesía tiene más que ver con la música que con la literatura", apuntó en una entrevista concedida hace algunos días.

En torno a la actualidad política y la situación en Cataluña, Margarit ha destacado que está "harto" de hablar de ello y, preguntado sobre la conexión con este premio con el conflicto, huye de símbolos: "Los poetas tenemos los pies en el suelo por más que tengamos fama de idealistas", sostuvo hoy en declaraciones reproducidas por la agencia Télam.

La mayor parte de su obra ha sido traducida al castellano por él mismo, aunque también tiene obra traducida al alemán, el euskera, el hebreo, el inglés, el portugués y el ruso. Como traductor, también se ha encargado de traducir al castellano o al catalán la obra de otros poetas como Thomas Hardy, Elizabeth Bishopo o Rainer Maria Rilke.

"Soy un poeta catalán pero también castellano, coño", indicó Margarit, tras recordar que la dictadura le impuso el castellano "a patadas, pero no lo pienso devolver ahora".

En el acto de anuncio del ganador del Premio Cervantes, la poeta Ida Vitale ha alabado la calidad de la escritura de Margarit al escuchar uno de sus poemas No tires las cartas de amor, que dice: "Ellas no te abandonarán. / El tiempo pasará, se borrará el deseo / -esta flecha de sombra- / y los sensuales rostros, bellos e inteligentes, / se ocultarán en ti, al fondo de un espejo. / Caerán los años. Te cansarán los libros. Descenderás aún más / e, incluso, perderás la poesía. / El ruido de ciudad en los cristales / acabará por ser tu única música, / y las cartas de amor que habrás guardado / serán tu última literatura".

En su anterior edición, el Premio Cervantes sorprendió saltándose su norma no escrita de alternar autores latinoamericanos y españoles, premiando a la uruguaya Ida Vitale tras haber reconocido al nicaragüense Sergio Ramírez en 2017. Con este galardón, el jurado vuelve a su camino habitual.