Zulema y La Favorita festejaron un estupendo Día del Niño
Gracias a la colaboración de muchas personas, la empleada doméstica del oeste de la Ciudad pudo concretar una vez más, el festejo para cientos de familias del barrio. Aquí te lo mostramos. Y te damos las gracias.
Quién sabe cómo, pero lo logra: Zulema Olivares volvió a multiplicar panes y peces.
Cada año, desde hace siete, desde Mdz ayudamos a Zulema, una humilde empleada doméstica, a festejar el Día del Niño, para cientos de familias en la gran barriada del oeste, llamada La Favorita.
Por eso, cada año, numerosos lectores de nuestro diario se suman a la iniciativa de esta mujer y termina celebrándose una jornada jubilosa y, para muchos allí, inolvidable.
Este año, como es clásico ya, las niñas y los niños y también los adultos tuvieron su chocolate con cosas dulces. Al mediodía, se sirvió ademas un guiso de lentejas para todos y las raciones se contaron por miles. Por la tarde, volvió el chocolate, con galletas, alfajores, tortitas y demás.
Además, se sortearon cientos de juguetes que se reunieron gracias a los aportes de particulares e instituciones, entre las que se destacó el apoyo de la comuna capitalina.
Así, cientos de niños se fueron con bicicletas, pelotas, muñecas y todo tipo de juguetes, a la par que un ropero comunitario que se reunió para ese día fue completamente entregado -gratis- a familias de los más de treinta barrios que integran La Favorita.
Ninguno de los donantes, por cierto, quiso que su nombre completo apareciera en esta nota y lo respetaremos. No obstante, dejemos algunas pequeñas anécdotas: la del joven empresario, por ejemplo, Martín, que donó 720 alfajores; la de Liliana, que envió dólares desde EEUU; la de Pato y Juan Pablo, que viven del arte; la de Edu, periodista y padre reciente; la de Magu, que armó una caja con cartita; la de Laura, que salió en bata a la calle a entregar su dinero; la de Ana, que reunió dinero entre sus compañeros de oficina; la de Valeria, de la Sexta, que siempre llena un auto con juguetes y comida y además, miles de pesos; la de Maite y su sobrecito amarillo con billetes con horneros; la de Rolex, el haitiano que llegó al país sin un peso y trabajó como negro que es y estudió y se recibió en la UNCuyo y donó ahora juguetes para La Favo y la de los voluntarios que fueron al barrio y ayudaron: sirvieron chocolate, armaron mesones, llenaron bandejas con guiso, repartieron juguetes, se vistieron de payasos o fueron y cantaron en el escenario o bailaron o simplemente jugaron con las familias, bajo un sol de oro, el domingo pasado.
Y tantas otras historia que no hemos llegado a conocer.
“Agradezca por favor a tanta gente que nos ha ayudado. Hemos pasado un día hermoso, gracias al apoyo de un montón de personas que ni siquiera conocemos. Deles las gracias a todos, por favor”, nos dijo Zulema.
Gracias a todos, entonces, de parte de Zulema y de cientos de familias de La Favo.
El año que viene, volveremos a convocarlos, a pedirles contar con ustedes, para que no falten ni los panes ni los peces en la gran mesa de Zulema.
Ulises Naranjo.
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