Un juez se disculpó por la lentitud con que se resolvió un homicidio "perdonado"

El 4 de enero de 2015 Gonzalo Martínez atropelló con su moto a Elvira Antonia Kruzich (82) en la esquina de 49 y 50 de la ciudad de Necochea. La mujer murió el hombre fue acusado de "homicidio culposo agravado por conducción vehicular" y desde entonces los hijos de la víctima siempre rechazaron cualquier acuerdo que evitara una pena de prisión de cumplimiento efectivo.

Cuatro años y ocho meses después del hecho, el caso seguía sin ser resuelto. Recién después de todo ese período el juicio logró comenzar su marcha y tras la lectura de los alegatos iniciales por parte del fiscal y los abogados de ambas partes, el juez Mario Juliano advirtió un detalle que le llamó la atención: la materialidad del hecho no estaba en discusión, todos reconocían lo sucedido y el único eje de disputa era el tipo y monto de pena.

Lo que ocurrió luego fue lo que movió al magistrado a disculparse en nombre de todo el Poder Judicial, tanto con los familiares de la víctima como con el acusado. El caso le despertó tal indignación que luego decidió comunicar lo acontecido mediante su cuenta de Twitter.

"El secretario me avisa que tengo un debate por homicidio culposo", escribe el titular del Juzgado Correccional 1 de la Ciudad de Necochea y sigue: "Me dicen que los familiares de la víctima quieren una pena de efectivo cumplimiento, que están muy enojados, que no quieren ningún acuerdo".

Pero luego la historia toma un rumbo inesperado. "Entro a la sala de audiencias y veo a un imputado muy conmocionado. Le pido sus datos y se larga a llorar", describe Juliano en otro tuit. "Llamo a los abogados a mi despacho. Les pregunto si no ven la posibilidad que imputado y familiares tomen contacto personal. Me dicen que sí. Hacemos pasar a todos a la sala", agrega el juez.

Según lo relatado por el titular del Juzgado Correccional, al poner a ambas partes enfrentadas ocurre algo que termina por conmocionar a todos los presentes: el imputado comienza a hablar "entre sollozos" y "les pide perdón a los familiares", luego los hijos de la víctima "lo miran", cuentan "cómo era la mamá" y aceptan las disculpas.

Tras lo presenciado, el magistrado necocheense dispone un cuarto intermedio para que los abogados conversen y al salir de la sala aprovecha para mirar el expediente y descubre, para su sorpresa, que el mismo llevaba cuatro años y ocho meses de trámite. Sumado a eso alguien le cuenta que mientras el no estaba en la sala uno de los hijos de la mujer fallecida se acercó al imputado, "que seguía llorando -consigna en sus tuits- y lo abrazó para consolarlo".

Al regresar a la sala, el juez Juliano se entera de que finalmente las dos partes había logrado un acuerdo de juicio abreviado para consignar una pena de 3 años de prisión de cumplimiento condicional e inhabilitación para conducir por idéntico período.

"Todos expresan comprender y estar de acuerdo", señala el magistrado en sus redes y agrega que, al cerrar, no le quedó más opción que pedir disculpas en nombre de la Justicia: "Pido disculpas en nombre del Poder Judicial -describe- por el inexplicable tiempo que demandó tramitar una causa sencilla. Anticipo que voy a hacer lugar al acuerdo y agradezco las enseñanzas que nos dejaron, que nos hacen mejores personas y mejor sociedad".

El hilo de tuits del juez Juliano tuvo más de seis mil "me gusta" y en total sus publicaciones fueron retuitedas unas dos mil veces. El hecho fue felicitado y descrito por algunos como "la primera vez que se ve a un juez pidiendo disculpas".