Limpieza

El destino de los carteles de campaña

La única regla clara respecto qué debe hacerse con la invasiva propaganda que los partidos políticos colocan sobre todo rincón posible de la vía pública es que una vez transcurridas las elecciones deben desaparecer. Hay municipios que ponen al personal de Servicios Públicos a limpiar todas las calles sin distinguir los contenidos, mientras otros llaman a los distintos frentes militantes a actuar por su cuenta. Un caso de reciclaje que funciona.

miércoles, 2 de octubre de 2019 · 15:55 hs

No hay siquiera un número concreto respecto a la cantidad de carteles y pasacalles con contenido político que invaden la vía pública en tiempos electorales. En Las Heras, por ejemplo, los cuentan por camiones: estiman que necesitan cargar al menos seis veces los vehículos municipales para poder hacerse con todos los elementos propagandísticos que los distintos partidos colocaron en los alrededores del centro departamental.

En detalle, lo que ocurre con los carteles que cuelgan de postes -y en ciertos casos de árboles- una vez transcurridas las elecciones para las que fueron colocados contempla dos aspectos relacionados entre sí: por un lado, quién se hace cargo de retirarlos; por el otro, qué destino se les puede dar una vez descartados.

En rigor no hay ninguna normativa unificada que indiqué cuál debe ser el accionar de cada municipio y partido político respecto a la propaganda que coloca. Es decir: la Junta Electoral Provincial no tiene injerencia sobre lo que se hace con esos carteles una vez transcurridas las elecciones. Así, lo que se debe o no se debe hacer con toda esa cartelería queda en manos de cada intendencia.

Hay un buen antecedente. La Cámara de Empresas de Publicidad firmó un acuerdo con Irrigación para reutilizar los materiales de los carteles para impermeabilizar cauces intra finca. Claro que en ese caso se trata de carteles regulados. La misma Cámara entrega lonas para los talleres de producción de la Penitenciaría 

Bolsos producidos con carteles reciclados
El proceso de reciclaje

En Las Heras, por ejemplo, es el mismo gobierno municipal quien toma la decisión y se hace cargo de levantar la propaganda de todos los partidos políticos, sin distinción alguna. En Guaymallén, por nombrar otro caso, se insta a cada agrupación política a recuperar el material por su cuenta y, transcurrida determinada cantidad de tiempo, se le ordena al personal de Servicios Públicos que lleven adelante la tarea.

Cada uno de los 18 distritos provinciales tiene reglas diferentes. Pero en cada uno de ellos existe el mismo problema: qué es lo que ocurre después. El material con que se fabrican los carteles suele ser un tela con fibra de nylon recubierta de PVC, componentes fáciles de reutilizar pero no de reciclar.

"Nosotros los ocupamos para hacer otros carteles o tapar ventanas", confiesan desde Los Triunfadores, el grupo de recuperadores urbanos que trabaja en Godoy Cruz desde el año 2003. "Hay gente que hace carteras -agregan- pero no mucho más".

Por el momento, la propaganda residual todavía está dispersa en la mayoría de las calles de Mendoza. En los próximos días es probable que muchos municipios hagan la tarea de despejar la vía pública mientras otros decidan aprovechar la misma para la elección nacional que viene. Nada claro, salvo las caras de los candidatos que se presentaron.

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