Investigación

Crimen en el Congreso: ordenan pericias psiquiátricas para los imputados

Los abogados de Juan Jesús Fernández (42) y Juan José Navarro Cádiz (25), presentaron sus apelaciones al auto de procesamiento del juez Mariano Iturralde.

jueves, 30 de mayo de 2019 · 15:41 hs

Las defensas de los dos detenidos por el doble crimen del diputado Héctor Olivares y su asesor Miguel Yadón apelaron sus procesamientos, mientras que el juez de la causa ordenó para ellos una batería de estudios psiquiátricos y psicológicos, informaron hoy fuentes judiciales.

Los abogados de Juan Jesús Fernández (42) y Juan José Navarro Cádiz (25), presentaron sus apelaciones al auto de procesamiento que el viernes pasado dispuso el juez en lo Criminal y Correccional 16, Mariano Iturralde.

El magistrado los dejó detenidos como coautores de un “doble homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía y por placer, así como también por el empleo de un arma de fuego, en concurso real con portación de arma de guerra”, delitos que prevén prisión perpetua.

Ramón Arigós, abogado de Navarro Cádiz, explicó a Télam que “la apelación se basa en dos puntos centrales relacionados a la calificación que ha empleado el juez”.

“Por un lado, utiliza el agravante del placer cuando todavía no se hicieron las pericias psiquiátricas y psicológicas. ¿Cómo saben que sintieron placer, si no está demostrado científicamente?”, se preguntó el letrado.

Además, comentó que el juez utiliza como uno de los fundamentos para ese agravante el hallazgo de una serie de dibujos con figuras humanas con impactos en una pared del domicilio del padre de Navarro Cádiz que “tampoco fueron peritados y que Miguel Navarro ya aclaró que allí no se practicó tiro al blanco, sino que son dibujos que hicieron sus nietos y que están golpeados con un martillo”.

Arigós también cuestionó la figura de la alevosía al comentar que “si estaban estacionados detrás de un micro, no fue algo planificado para actuar a resguardo y aprovechar el estado de indefensión de las víctimas, sino una cuestión circunstancial, ya que la noche anterior y otras anteriores estuvieron en el mismo lugar consumiendo drogas y alcohol”.

Por su parte, Ramiro Rúa, defensor de Fernández, indicó a Télam que también apeló el procesamiento de su cliente en base a lo que sostuvo en sus declaraciones indagatorias, es decir, que si bien reconoció haber estado en el lugar, le endilgó toda la responsabilidad del hecho a su primo Navarro Cádiz, quien sacó el arma de la nada y comenzó a disparar.

También cuestionó en la apelación la calificación que eligió el juez para el procesamiento, ya que para ambos defensores debió haber sido un doble homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego.

En tanto, fuentes judiciales indicaron a Télam que el juez Iturralde y la fiscal Estela Andrades le notificaron a las partes el inicio de una serie peritajes que estaban pendientes, entre ellos, los exámenes psicológicos y psiquiátricos obligatorios para los imputados de delitos graves como éste.

Si bien el juez ya adelantó en su resolución que desde su punto de vista y pese a haber consumido alcohol y estupefacientes, está demostrado con su fuga posterior y otras acciones que tanto Fernández como Navarro Cádiz sabían lo que hacían, Iturralde y Andrades quieren que los especialistas del Cuerpo Médico Forense (CMF) definan si al momento del hecho los acusados pudieron comprender la criminalidad de sus actos y dirigir sus acciones, para ver si son o no inimputables.

El crimen de Olivares y Yadón ocurrió el 9 de mayo pasado, cuando salieron a hacer su caminata matutina habitual por la Plaza del Congreso, y a las 6.50, al pasar por segunda vez delante de un automóvil Volkswagen Vento estacionado, les efectuaron varios balazos.

Yadón cayó muerto de tres disparos en el lugar, mientras que Olivares recibió un tiro que lo dejó herido de gravedad y falleció a los tres días.

El hecho quedó gravado por cámaras de seguridad que fueron clave para identificar a Fernández -dueño del auto-, y Navarro Cádiz como los autores del hecho.

La pistola marca Bersa Thunder calibre .40 con mira láser usada en el hecho fue secuestrada en la casa de Navarro Cádiz.