A 10 días del adiós

Muerte de Maradona: cada vez más sospechas de que hubo mala praxis

La clave es un documento que firmaron el médico Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, en la que se reconocen como "médicos tratantes" durante la externación del "diez". Al no ser un alta, se supone que el ídolo debía recibir seguimiento permanente. Creen que no fue así y hay polémica.

MDZ Policiales
MDZ Policiales sábado, 5 de diciembre de 2020 · 20:17 hs
Muerte de Maradona: cada vez más sospechas de que hubo mala praxis
En la mira Leopoldo Luque es fan de Diego y está muy complicado.

Maradona era una persona difícil de controlar y sus últimos días no fueron la excepción. Por eso, cuando se fue de la clínica en la que permanecía internado tras una operación en la cabeza, se recomendó que la externación siguiera los máximos cuidados, ya que no era un alta. Por eso el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov están en la mira de los fiscales. Ellos firmaron la salida de Diego como médicos a cargo, y esa prueba los pone en aprietos

Diego falleció el 25 de noviembre. Desde ese momento trabajan el jefe de fiscales de San Isidro, John Broyad, junto a un equipo de colaboradores donde, entre otros, están sus colegas Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, más la fiscal de Benavídez, Laura Capra.

Lo cierto es que Maradona nunca recibió el alta y su prepaga recomendó la internación inmediata en un centro de rehabilitación. Se fue de la Clínica Olivos a su casa en Tigre y, para poder hacerlo, precisó la firma de Cosachov y Luque como "equipo médico tratante", amén del visto bueno del director del hospital Pablo Dimitroff. El papel tiene también las rúbricas de Jana y Giannina, dos hijas de Diego. 

El documento de externación. 

En ese documento, Swiss Medical dejó asentado que para su equipo de especialistas el paciente tenía que ir al mencionado centro de rehabilitación debido a su nivel de deterioro y su dependencia a las drogas

Los testimonios de quienes rodearon al ídolo en sus últimos días hablan de un caos. Insultos, empujones y falta de control son parte de los relatos. No había, por ejemplo, un sistema para que el enfermo pudiera dar la alarma si se sentía mal. Y el problema para Luque es que las hijas de Diego lo señalan a él como el encargado de definir el sí o el no a los tratamientos médicos que recibía el paciente. Por eso el neurocirujano ya solicitó ser eximido de prisión, aunque su situación legal sigue siendo imprecisa.  

 

 

Archivado en