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#MDZArte: Mariana Luz Ticheli en The Brick Lane Gallery de Londres

La artista e ilustradora mendocina que reside en Buenos Aires llegó a la prestigiosa galería internacional con rostros de miradas penetrantes, inmóviles, inquietantes y hasta tristes. Cuerpos sin pies, sin manos con atuendos mezclados con mundos inexistentes y de fantasía. ¡Conocé a la mendocina que con su arte trascendió las fronteras! 

jueves, 13 de junio de 2019 · 09:36 hs

Mariana Luz Ticheli afirma que siempre soñó con viajar por el mundo con su arte.

"Soy una persona que considera las disciplinas artísticas como herramientas para la creación de mis obras", dice. Y se define como "creadora multidisciplinaria". "De hecho, mis obras tienen esos formatos", continua. 

Fue en el 2015 cuando Mariana llegó a Barcelona (España) donde expuso en varias galerías y espacios de artes estatales y privados, mientras que en Buenos Aires -donde vive actualmente- muestra sus propuestas multidisciplinarias, en formatos de obras escénicas, performances e instalaciones vivas. 

"A principio de este año abrió una convocatoria una editorial de Madrid para seleccionar obras de artistas de habla hispana, postulé y me seleccionaron", compartió con MDZ Arte y adelantó: " Voy a llevar mi obra a The Brick Lane Gallery de Londres". 

¿Que buscás expresar a través de tu arte?

No sé si busco expresar algo en concreto. Quizá compartir sentimientos, ideas, realidades. Si considero que cada contexto influye a la obra del artista. Que la realidad del creador o creadora, ya sea personal o el contexto social y/o político, se ve reflejado en el trabajo. Por ejemplo, cuando empecé a dar clases de arte en contextos de Villas (como la 31 en Retiro o la 1 11 14 en el Bajo Flores) vivencié de cerca adolescentes con hambre; violentados, tristes. Descubrí la miseria, y las dificultades para sobrevivir (con escasas excepciones). En algún sentido, todo eso me cambió la paleta en mis últimos dos años en mis ilustraciones. Esa visión me despertó una parte de mi vocación que tiene que ver con la comunidad. Elegí reflejar lo que pasa en situaciones de emergencia, en situaciones de pobreza, también de pobreza afectiva, de emociones corridas de lo socialmente aceptable. Estas temáticas, por momentos, tiñen mis obras pictórica, mi estética gráfica , mi mundo interno, mi sentir. Pongo en evidencia las diversas emociones y sentimientos que se vivencian en distintos sectores de las ciudades.

En su taller.

¿Autodidacta o estudiada?

Las dos cosas. Soy Profesora y Licenciada en Artes Visuales, egresé de la Facultad de Artes y Diseño de la UNCuyo. Y en paralelo soy una conocedora empírica, mis conocimientos y aprendizajes se nutren en el hacer mismo, en la acción de crear. Ahí aprendo muchísimo y es uno de mis espacios más valiosos.

¿Que es el arte para vos?

El arte para mi es todo, es mi obsesión, mi pasión, mi disciplina, mi felicidad. Creo que no podría dejar de hacerlo nunca…es un viaje de ida para mí.

¿Como nació esta necesidad de expresarte a través del arte? 

Esta necesidad apareció cerca de mis 15 años. De distintas maneras y  a medida que pasaba el tiempo esa necesidad ganaba territorio hasta formar parte de mi cotidiano. Como creadora independiente no me siento condicionada por ninguna línea de pensamiento impuesta. Mis personajes humanos tienen fragilidades y fortalezas, a mí me gustan las personas auténticas. En el arte expreso con facilidad y casi intuitivamente lo que pienso y siento crudamente. Muchas veces las personas se incomodan con lo que muestro, eso a la vez que me motiva a seguir trabajando e insistiendo en eso. Pareciera que mostrar aquello de lo que no se habla o nos hace sentir mal incomoda.

¿Qué sentís cuando pintas?

Felicidad, amor, incertidumbre. Suelo tener muy claro a dónde voy, pero llegar a eso puede ser angustiante a veces porque sentís el riesgo de crear, de no saber cómo va terminar o como seguir la obra y eso creo que es hermoso.

¿Como te enfrentas a un lienzo en blanco, a un material sin forma?

Con mucha paciencia y amor. El riesgo es lo que me predomina a la hora de crear y es lo que me alimenta internamente a seguir encontrando imágenes que van surgiendo de mi ser y mi contexto. En general mis obras son autorreferenciales, muestro mi mirada al mundo de una manera muy autentica. No simulo para nada.

¿Cual es el primer paso que das a una hoja en blanco?

Primero tomarme un mate y después no soy metódica para nada, trabajo de una manera muy intuitiva. No pienso mucho, eso me distrae.

Cuando miras cuadros viejos tuyos, ¿te encontrás o ya no?

A veces sí. En algunos hay un resto de lo que soy ahora, cada obra es un pedacito de recuerdo que queda grabado en una tela, en una acción o en un papel. Y hay otros laburos que hice que ya no me gustan, forman parte de mi pasado y no me encuentro.

Junto a sus obras.

¿Cuándo te propusiste vivir del arte? ¿Se puede?

Vivir del arte nunca fue una propuesta en mi vida. Creo que se puede, claro. Cuando empecé a estudiar en la facultad ya empecé a hacer exposiciones y me di cuenta que se podía vender, pero la venta nunca fue mi fuerte, ni mi búsqueda. Creo que lo que uno quiere lo logra con mucho amor, paciencia y dedicación. Actualmente la educación artística y mi taller me dan estabilidad económica.

¿Cual es tu sueño?

Vivir 110 años y seguir creando. Ser feliz. Tener salud, poder compartir con la gente que amo. Van por ahí mis sueños.

¿Te gusta mostrar lo que haces?

Sí. Muchas veces sucede que una hace, pinta, crea, dibuja y se encuentra con toda la obra metida en el taller. Yo hoy tengo áas de 50 obras en casa, sin poder enmarcar porque si lo hago no me entran. Entonces me parece importante poder compartir trabajo con la gente. Además disfruto mucho cuando la obra se termina y es con la mirada del otro. Me genera adrenalina, duda, nervios.

¿Como te llevas con el marketing?

Bien, entiendo que es necesario por momentos. No me molesta.

El libro de la autora.

¿Qué te inspira?

¿Para crear? Hay cosas puntuales que me movilizan: aquello que socialmente no es aceptado, lugares donde la gente no quiere entrar porque le da miedo con lo que se va a encontrar: obsesiones, pensamientos. También observar los rostros, las emociones propias o de personas que no conozco, la realidad que observo cuando voy caminando por la ciudad, o cuando voy a dar clases, o en el subte.  Soy muy observadora.

¿Qué sentís cuando terminas un cuadro?

Llego al lugar deseado y funciona una gran satisfacción en muchos sentidos. Sino, suelo pintar todo de blanco y volver a empezar.

¿Y cuándo lo empezás?

Emoción, adrenalina, ganas de contar algo, de comunicar, es un camino a la aventura, al no saber, al riesgo, a tomar decisiones.

¿Como le pones un valor a tu obra?

Trato de calcular el tiempo que me llevo hacerlo y los materiales usados, pero no soy muy buena poniendo valores monetarios a la obra. Por ejempl, para Londres la Galería Gaudí de Madrid me cotizo cada obra.

¿Quién valora más tu arte el mendocino o el turista?

No sabría decirte.

¿Dónde soñas con ver un cuadro tuyo?

En la casa de algún alumno o alumna donde doy taller de Artes, ahí en la 31, en Retiro. Hace poco me pidió una alumna de la 1 11 14 (Bajo Flores) que le regale mi libro (en el 2016 publique mi primer libro objeto “Arreglamos Corazones a domicilio” con más de 35 ilustraciones realizadas en España combinados con textos de autor, bajo una editorial independiente de Capital Federal). Fue la petición mas gratificante que tuve en el año, se lo entregué a principio de año.

¿Que pieza o cuadro quisieras tener en tu casa que no sea tuyo?

Varios podrían ser. Actualmente me gustaría tener alguna obra pictórica del artista Olivier de Sagazan, o el inquietante cuadro de Las Meninas de Velazques. Alguna obra del genio Carlos Alonso o de Van Gogh. Podría mencionarte más.