Los niños sueñan cómo quieren vivir en los últimos asentamientos de la Ciudad

Personal del Banco Mundial acompañaron a los planificadores de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza en un ejercicio que fue ejecutado por niños, pero que no es inocente: pretende que sean los más jóvenes quienes imaginen hoy, con su mente abierta y soñadora, cómo creen que tiene que ser el lugar en donde hoy viven, en malas condiciones. De tal modo -y en concreto- los chicos de los últimos asentamientos que quedan en el conglomerado de La Favorita, al oeste de la capital mendocina, se tiraron al piso a dibujar el barrio en el que quieren vivir. Y no se trató solo de un ejercicio divertido, sino la verdadera base de un plan de urbanización que será tenido en cuenta por la comuna y por el Banco Mundial para estudiar el financiamiento que permita cambiar su realidad.

Este tipo de ejercicio ya dio resultados en muchas otras ciudades del mundo que buscaron su transformación. No lo hicieron en laboratorios de "iluminados" ni en "concursos internacionales de egos", sino preguntándoles a sus habitantes más jóvenes y sin intereses mezquinos: los niños. Son ellos, además, quienes vivirán más tiempo en el lugar y, por ejemplo, si llegaran a plantar un árbol, podrán verlo crecer y construir su identidad como protagonistas y no como caridad ni proyecto de "otro".

Ayer MDZ pudo ver en el asentamiento René Favaloro una tarea fundacional. Que ojalá de frutos. Las imágenes son más que elocuentes.